por Eliseo Sequeira, desde Montevideo
Se puede decir que hay un efecto de acción-reacción, y hay que analizarlo y resolverlo desde ese punto de vista. Pasar a una confrontación para ver quien es más "guapo", y no analizar el fondo del problema e intentar hilvanar soluciones reales, hace que todos perdamos, amén de aumentar la espiral de violencia que ya es insoportable.
Por ello, en vistas de la próxima reunión abierta de la Cámara de Turismo del Uruguay del 5 de marzo, pongo el foco en un sólo dato que no puede ser cuestionado, porque se basa en cifras oficiales. El gasto promedio por visitante entre enero de 2017 y enero de 2018 cayó un 19% en dólares americanos y un 27% en pesos constantes. Si se tiene en cuenta que un estudio de PwC señaló que entre 2010 y 2016 cayó un 14% el gasto en pesos constantes y un 23% el gasto per cápita en pesos constantes, la caída del último año ha hecho temblar a la industria turística hasta sus cimientos y nos debería hacer pensar cómo se encararán las estadísticas del turismo de aquí en más.
El problema va más allá de las estadísticas que recogen los equipos técnicos, según las directivas que reciben y los medios que ponen a su disposición, y los arreglos a conveniencia de esos datos por parte de las autoridades para ufanarse del "exito" de su gestión. Es empezar a sincerar los datos y si hay más información, transparentarla, venga de donde venga, y dejar de cometer el infantilismo de tomar cada dato en contrario como una afrenta, o no publicar datos comprobables por las desviaciones en su interpretación que puedan realizar gobernantes y gobernados.
Siempre, al comenzar a escribir un artículo, uno busca información. Pero al contrastar el detalle de la información contenida en el anuario estadístico del Ministerio de Turismo del Uruguay con el Tablero de Control de la Cámara Argentina de Turismo, el Barómetro Chileno de Turismo y el Perfil del Turista Extranjero del Perú, sentí tristeza por el Uruguay. Creo que este no es el momento de analizar dichas publicaciones, sino de decidir qué información se va recoger de aquí en más y para qué.
Seguro que esta decisión no será tomada el 5 de marzo, pero de lo que allí se diga y de la conformación del auditorio, capaz que se puede estimar si seguiremos como hasta el presente o finalmente se tomará un rumbo hacia una posible mejora.
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