por Ramón de Isequilla, desde Madrid
Para empezar, intentamos librarnos de los nóveles intérpretes del pensamiento de Trump, Putin y el Sursum Corda (los opinólogos de todo por un euro, de toda la vida) que están contaminando los medios de comunicación, (las redes están contaminadas desde siempre), mezclando informaciones con opiniones, deseos y principalmente con directrices de los dueños de los chiringuitos que les pagan la soldada, para intentar entender que es lo que realmente está pasando y cómo puede afectar a nuestra “casa” el turismo, que es lo que nos importa, dejando la interpretación de los grandes temas de la geopolítica a los verdaderos expertos en ese tema, nosotros somos unos humildes “obreros del turismo” que nos dedicamos únicamente a ”pensar el turismo”.
No nos vamos a engañar pensando ingenuamente, que hasta ahora ONU Turismo era una isla de pureza librada de influencias de los centros de poder, que no era ese el caso, pero mantenía una cierta independencia en su actuar diario haciéndolo con profesionalismo, dedicada a los “temas del turismo” tanto en la estructura de la Secretaría General, en el Consejo Ejecutivo y en Miembros Afiliados.
Tuvimos una señal de alarma hace cuatro años, cuando se intentó trasladar la sede de la por entonces OMT de Madrid a Riad y con el proyecto de resolución que fue presentado a la Asamblea General que creaba un “grupo de trabajo” de seis miembros, presidido y financiado por Arabia Saudita, que según denunciaba su título “diseñará el futuro del turismo en el mundo” en una típica actitud fundacional o como decimos en la península “adanista” (capítulo 21 del ensayo OMT Under Attack).
Esos movimientos, conducidos por la versátil candidata a la secretaría general con la complicidad de la entonces ministro de turismo española, hoy acusada de presuntos actos de corrupción, actuando en contra de lo dictaminado por el Consejo Ejecutivo, fracasaron por la sensatez de la Asamblea General, asesorada profesionalmente por los Miembros Afiliados que en su calidad de “observadores” concurrieron a la misma.
En las últimas horas, el mundo fue testigo de una reunión en Riad, alrededor de una imponente mesa, de los más altos responsables diplomáticos de Rusia y EEUU presidida por Arabia Saudita, para tratar sobre la paz en Ucrania sin la participación de Ucrania ni de la Unión Europea.
Esta reunión, cuya foto es brutalmente descriptiva en mostrarnos que se ha establecido un Nuevo Orden Mundial, ha tenido múltiples consecuencias que no son nuestro tema ni deseamos abordarlas en este momento, pero si es nuestra voluntad mostrar en cuanto puede esto afectar a ONU Turismo, es decir al turismo en su máximo exponente.
Para no alejarnos de nuestro tema, no queremos caer en la tentación de hacer consideraciones generales que exceden el campo del turismo, como preguntarnos qué opina Irán (cuyo voto en el próximo Consejo Ejecutivo a reunirse en Madrid en el mes de mayo para elegir el candidato a proponer a la Asamblea General, es fundamental) sobre la presencia sunita en la cabecera de la mesa de los que mandan el mundo, pero reitero no quiero hablar de esto.
Debemos estar muy atentos en las próximas horas no sea cosa que “el Nuevo Orden Mundial entre por la puerta de ONU Turismo y precisamente el turismo, tenga que salir por la ventana”.
Continuará.
Portal de América