por Ramón de Isequilla, desde Madrid
Comentábamos el lunes los movimientos que estaba realizando la OMT ante la pandemia del coronavirus. Uno de ellos fue realizar un llamado a los que denomina innovadores y emprendedores, para que presenten fórmulas para acelerar la recuperación del turismo.
Las condiciones que pone le dan un marco conceptual específico, entiendo yo, que para evitar que se convierta el llamado en un pandemónium de ideas tiradas sobre la mesa sin ton ni son, como hemos visto en algunas oportunidades cuando se abre el juego a emprendedores, que en su mayoría son jóvenes entusiastas sin mayores anclajes a la realidad cotidiana.
La condición principal, y debe demostrarse, es que las ideas que se presenten puedan ayudar al turismo en su respuesta al coronavirus, habiendo pasado estas la fase de pruebas y estar listas para implementarse en más de un país. El hecho de exigir que hayan pasado la fase de pruebas, nos indica que no deben ser producto de una inspiración en las noches de vigilia de la cuarentena que estamos viviendo, sino que es algo ya pensado y testeado con anterioridad, poniendo en valor el concepto que no hay nada nuevo bajo el sol, y que el cajón de las ideas pasadas siempre nos dará una solución a los problemas presentes, aunque algunos sostengan que lo que estamos padeciendo nunca ocurrió con anterioridad.
Este razonamiento se me complica al ver las otras condiciones:
- Ser innovador por naturaleza y proporcionar soluciones de valor añadido.
- Tener un modelo de negocio y un piloto testado.
- Haber sido acelerado previamente.
- Tener potencial para ser implementado en numerosos países.
Pero demos todo por válido y sigamos adelante haciendo nuestro el apotegma que enuncia: “El sector más humano y democrático está bajo amenaza, así como los bienes económicos de la población. Sólo un esfuerzo conjunto será capaz de lograr la recuperación tras la pandemia del Covid-19”.
Las categorías que incluyen el marco de la tarea arranca con la Salud para las personas, definiendo que deben incluir “Soluciones enfocadas en medidas de seguridad, métodos sanitarios y detección temprana, entre otras, para el turismo y otros actores importantes del sector turístico, y para ser utilizadas por turistas, empleados del turismo, operaciones hospitalarias, agencias de viajes, tour-operadores, transporte, parques de atraccciones, etc”.
Salud para la prosperidad con “Soluciones enfocadas en aplicaciones digitales para el turismo, economía colaborativa, recuperación de la demanda, economía circular, gestión de los ingresos, inversiones, entre otras áreas, para ser implementadas en todo el sector a corto y largo plazo”.
Por último Salud para los Destinos con “Soluciones enfocadas en técnicas de recuperación para destinos: comunicación en crisis, movilidad, reposicionar una marca de destino turístico, recuperación de la confianza del viajero, entre otras áreas”.
Los Objetivos Generales que requiere son:
- “Apoyar a los Estados Miembros y actores relevantes del turismo a identificar y reducir los riesgos globales y locales relacionados con el turismo: estrategias de mitigación, acciones e instrumentos para evaluar los riesgos de importancia global y local”.
- “Fortalecer la coordinación de todos los actores relevantes del turismo en la cadena de valor turística”.
- “Medidas para faciliar el viaje internacional, al asegurar el desplazamiento seguro de los viajeros incluyendo un intercambio de información, desarrollo de estándares y procedimientos destinados a detener amenzas, reducir costes y salvaguardar el desplazamiento de los viajeros”.
- Y Finalmente “Promocionar la adquisión de tecnología y facilitar la inversión”.
Seguieremos atentamente el proceso y sus resulados para mantener informados a nuestros lectores.
Portal de América