Hostelería, mirando el 2021
Martes, 31 Marzo 2020

Hostelería, mirando el 2021

Madrid, 31 de marzo de 2020 - El negocio hotelero, complejo y transversal como todo lo relacionado con el turismo, termina su cadena en el momento de un satisfactorio check out, con la convicción de un “volveremos”, o en uno terrible con la sentencia de “nunca más”, pero el negocio no empezó ni con el check in, ni siquiera con la reserva.

Hotel 5to Centernario - 1250x115
MINTUR 1250x115 - verano 2025
Arapey 1250x115
2025-tstt-1250x115


por Ramón de Isequilla, desde Madrid

Para que estos tres hitos ocurran, tuvieron que pasar muchas cosas, algunas de ellas muchos años antes. Lo mismo acontece con el transporte aero comercial, cuando escuchamos en el altavoz “Bienvenidos a…… donde la temperatura es….”, todo lo que tuvo que ocurrir, para escuchar esa simpática frase, es de tal complejidad que algunas veces pensamos que es un milagro, así decía un querido comandante e instructor de vuelo, cada vez que aterrizábamos en las jornadas de entrenamiento, “gracias a Dios nos hemos salvado nuevamente”, pero de esto ya conversaremos más adelante, ahora volvamos a nuestros castigados hoteles.

Desde la demanda insatisfecha o desde el descubrimiento de un nuevo emplazamiento, deben suceder una serie de actividades como ser, conseguir el capital, diseñar el hotel, comprar la tierra, conseguir los permisos, construir y finalmente habilitar. Algunas veces, esos procesos son tan largos, que cuando finalizan, la demanda desapareció o la competencia nos ganó de mano. Por todo ello, en estos momentos que estamos pensando en la recuperación del mercado, tendremos que ver todo este complejo proceso y no fijarnos sólo en la circunstancia puntual de un hotel determinado, debemos mirar el bosque.

Opinan los expertos que en estos momentos la hotelería española está en mejores condiciones que en la crisis de los hermanos Lehman, que en general y sobre todo los grandes, tienen caja por la bonanza de los últimos años e incluso hasta podrían desinvertir en algunos rubros en que lo hicieron últimamente. A pesar de ello la situación no es fácil, pues van a tener que soportar la finalización de la pandemia y el lento retorno de los clientes, ya sea por miedo o incluso por restricciones al transporte transfronterizo por razones sanitarias de los estados.

Una apertura apresurada, podrá dar ventajas comerciales, pero no deben olvidar que los gastos comienzan incluso antes de que llegue el primer pasajero y la baja ocupación es una lenta e irreversible sangria.

El horizonte del próximo verano puede producir ansiedades que nos hagan tomar decisiones apresuradas, ni lentos ni apurados, debemos ser oportunos. Las ayudas estatales durarán lo que la política dicte, no lo que la economía necesite, eso debe quedarnos en claro para no confiar demasiado en ellas.

Los pesimistas nos dicen que va a ser el 2020 un año malo, yo iría un paso más adelante, puede ser que no sea malo, puede ser que no exista.

Las entidades financieras, pese a tener en esta primera etapa el confuso aval del estado, que nadie termina de ver con claridad, podrán financiar en relación con sus posibilidades, con sus prioridades y sobre todo con su criterio, que se parecerá más al criterio de los médicos holandeses que al de los españoles, que si no tienes posibilidades ciertas de salvarte le dan el respirador a otro. Por lo cual no debemos esperar ejecuciones pues no les conviene, pero dudemos que aparezca dinero fresco.

En este proceso los que llevan la peor parte son los hoteles de las islas, pues las alternativas que vemos, por lo menos en la primera etapa, son de turismo nacional y de auto.

Me temo que deberán esperar al 2021 para ver los primeros síntomas de recuperación, sin soñar con volver a los niveles de 2019, entendiendo que será un proceso del orden de los cuatro años para volver a los guarismos pre pandemia.

Respecto al valor de los activos, puede pasar cualquier cosa. Por un lado es de esperar que los mismos desciendan por la caída total de la actividad por un período más o menos prolongado,  pero por otro, puede ser la oportunidad de incluir nuevos actores en el sistema de financiamiento que intenten posicionarse en el mercado con “precios de ocasión”.

Asimismo, algunos hoteles podrán aprovechar el momento para encarar reformas y ampliaciones que la gran demanda se los impedía, y esos nuevos actores aprovechar esas circunstancias para entrar sigilosamente en el sistema financiando estas ampliaciones, siempre y cuando las administraciones se pongan a la altura de la circunstancias y agiliten las licencias, ya que han sido el palo en la rueda para mejorar la oferta y los facilitadores de despropósitos que desprestigiaron destinos y envilecieron la oferta.

Portal de América

Escribir un comentario

Promovemos la comunicación responsable. No publicamos comentarios de usuarios anónimos ni aquellos que contengan términos soeces o descalificaciones a personas, empresas o servicios.