por Juan Francisco Rivero, desde Madrid
La orquesta estuvo muy bien dirigida por la batuta del australiano Kynan Johns, quien fuera director asistente de Lorin Manzel y Zubin Mehta, a quienes he tenido el gusto de escuchar dirigiendo orquestas en el Auditorio Nacional. Actualmente Kynan es el director de orquesta de la Rutgers University, de New Jersey. Fueron doce piezas, todas de un gran sabor español, de mucho renombre como “Suspiros de España”, o la “Danza del Molinero” de Manuel de Falla; la “Suite española” de Albéniz, o “La leyenda del beso”. Se interpretaron los dos alegros y el adagio de “El Concierto de Aranjuez”, del maestro Rodrigo, estando a la guitarra el joven guitarrista de Alicante, Alejandro Hurtado, que encandiló tanto al respetable que le despidió con palmas a lo flamenco.
Alejandro interpretó varias piezas, unas veces solo y otras acompañado de dos palmeros de Córdoba, que fue donde estudió guitarra flamenca, según me dijeron ellos mismos, pues a la salida coincidí con los tres y nos hicimos una foto, ya que me entretuve viendo la exposición sobre ópera que hay dentro del Teatro Real y al salir me topé con los tres. Fue una magnífica actuación, muy limpia en su técnica.
El público al terminar el programa con “El sombrero de tres picos” de Manuel de Falla, obligó con sus aplausos al director a hacer un bis: “La boda de Luis Alonso”. Sin duda, fue una noche encantadora para los amantes de la buena música clásica de nuestro país; por cierto, más reconocida fuera que entre nosotros mismos. Eso es muy quijotesco, muy español.
Y en este video puede escuchar el bis:
Portal de América
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