Río de Janeiro: Ciudad de Champagne...
Viernes, 20 Diciembre 2019 00:21

Río de Janeiro: Ciudad de Champagne...

Una de las mejores frases que le escuché decir varias veces a Antonio es: "El periodismo de turismo es vida de champagne con sueldo de Coca Cola". Y como periodista amateur así vivimos nuestra aventura por Río de Janeiro, una ciudad que ofrece la mejor cara de Brasil, pero también deja entrever sus problemas más arraigados; aquí les resumo lo que vimos.

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por Diego Rodríguez, de su viaje a Río de Janeiro

Todavía tengo los motores a media máquina, cuesta recuperar el ritmo después de los intensos y variados 15 días por tierras norteñas,... queda mucha "saudade" por la "ciudade maravillosa", y muchos recuerdos por ordenar. Imposible hubiera sido concretar el loco viaje que planeamos, primero por Foz de Iguazú y después por Río, sin el apoyo desde las trincheras de Antonio Herrera y las gestiones de Eliseo Sequeira organizando la comunicación frente a los fieles auspiciantes del PDA que nos llevaron a mí y mi pareja Macarena.

Río puede llegar a ser, en mi limitado ojo de viajero, la ciudad turística más hermosa y atractiva de Latinoamérica. En una ubicación privilegiada, con una infraestructura moderna e impresionante que acompaña el entorno natural, una variedad de atractivos y una incontable cantidad de playas de aguas verdes por su larga extensión costera, que no permitirìa disfrutarse a cabalidad, en menos de un mes de vacaciones.

Alojamiento:

Si bien las cadenas hoteleras más prestigiosas del mundo como Belmont, Hilton, Marriot y varias más se apretujan en todas las cuadras de la rambla para ofrecer sus mejores atractivos, para los viajeros "Coca Cola" como mi caso, la opción más recomendable es la polémica plataforma AIRBNB. Conseguimos un apartamento a una cuadra de la playa en el centro de Copacabana, bien equipado, muy espacioso, con un living llamativamente extenso, un cuarto grande, dos baños y una cocina moderna a 38 dólares por noche (total 340 dólares por las 9 noches de la primer quincena de diciembre que pasamos en Río), una ganga !, y el precio no varía mucho en enero y febrero.

Copacabana es el más recomendable lugar para alojarse si se va por primera vez a la ciudad, o si se quiere playa con bullicio y actividad. Con muchísimos servicios (se puede encontrar más de un banco, cambios, cajeros, supermercados, farmacias, sin tener que caminar más de 200 metros) y una amplia presencia policíaca que da una sensación de seguridad relativa. Es, aparte de la más reconocida de las playas, la ubicación ideal para jóvenes o mayores que gusten del movimiento.

En segundo lugar Leblon, al sur de Copacabana, es también muy recomendable por su belleza y variedad de servicios. Más lujosa que Copacabana, reminiscente a Punta del Este, tanto en estilo como en precios (es una zona bastante más cara), con Shoppings muy bonitos y un poco menos de movimiento. Tiene una hermosa laguna, con botecitos para alquilar y sombrillas para tomar una caipirinha. Ideal para quien busque algo más tranquilo y elegante.

Ipanema como tercera opción es un barrio con mucho glamour situado más al sur de Leblon. En esta área, es posible encontrar una enorme variedad de cafés y restaurantes temáticos, comprar en boutiques de lujo y las discotecas de esta zona están entre las más famosas de Río

Barra da Tijuca como cuarta variante también es recomendable, más buscada por los turistas locales, más extensa y un poco más lejos de los atractivos principales de Río (el Corcovado, Pan de Azúcar, la zona céntrica de la ciudad).

La seguridad y los problemas sociales:

Nos sentimos más seguros de lo que deberíamos en Río, en especial en zonas muy concurridas por turistas como Copacabana, tanto en la rambla como en las playas y en las cuadras adyacentes hay una fuerte presencia policial, seguramente con la intención de generar confianza y mantener contento al turismo, al menos tapan el ojo.

Igual así, oímos muchas veces las advertencias de los locales, increíblemente más en zonas lujosas como Leblon: "cuiden cámaras, celulares, no bajen a la zona oscura de la arena después de las 9 de la noche", etc. Alguna balacera nocturna se llegó a escuchar un día, y en las noticias abundan informes policiales, mal común de una ciudad grande.

La gente común en Río es especialmente agradable, comunicativa, dispuesta a ayudar y guiarnos en todo tiempo. Acostumbrados a manejarse con viajeros de habla hispana, hicieron poco necesario que sacara a relucir mi oxidado y cada ves más uruguayizado "Portuñol", que me salvó en otras ocasiones. Se nota que la ciudad vive en gran parte del turismo, actividad a la que mucha gente parece estar fuertemente vinculada. Algunas veces hasta el límite del acoso, los vendedores pasan literalmente uno atrás del otro en las playas y agentes de viajes colocan sus ofertas en improvisados puestos a lo largo de toda la histórica rambla.

Al movernos mucho en el Metro de la ciudad (ya que Río es sencilla de navegar por ser una ciudad costera con todos sus atractivos en dos sentidos de viaje: norte y sur), no nos faltaron oportunidades de conversar con la gente que, como dijimos anteriormente, es muy agradable, de sonrisa sincera y dispuesta a ayudar y conversar sobre temas cotidianos, su ciudad y sus vidas. El Metro nos resultó eficiente y sencillo, con mucha presencia policial y muy rápido. Alrededor del doble de veloz que un UBER, que tiene que afrontar las calles que se sienten un poco caóticas y congestionadas.

También en el Metro se puede palpar el conflicto cotidiano. Ejemplo: en una medida que puede resultar antipática por parte del gobierno, se prohibieron recientemente las manifestaciones de arte callejero y la venta de productos en los trenes, por los que los artistas se agrupan y salen de todas formas a manifestar.

El Corcovado, Parque da Tijuca, Cristo Redentor

No se puede ir a Río de Janeiro sin pasar una mañana o una tarde por el emblemático cerro donde esta el Cristo Redentor. Además de ofrecer una de las mejores vistas de la ciudad, cuenta con un renovado y moderno centro turístico, lugar para comer con la mejor vista a precios razonables, y un entorno natural para tomar muy buenas fotos. El cerro se encuentra en un parque selvático en pleno centro de Río (Parque da Tijuca), reserva natural de vida silvestre y exótica vegetación.

Expresión religiosa: Coro de niños pupilos de la agrupación "Eraldos del Evangelio"

La estatua del Cristo no es el único atractivo aquí. Dentro del parque da Tijuca se encuentra el menos conocido "Mirante Doña Marta", un morro secundario a unos 300 metros sobre el nivel del mar, consta de un helipuerto abandonado y un mirador de estilo colonial. Ofrece una vista diferente y tiene como plus que no está abarrotado de gente como el mirador principal a los pies del monumento a Cristo.

Recomendación: para llegar hay un servicio de Camionetas al lado del clásico tren que nos lleva a la cima. El costo es el mismo: 65 reales con la entrada incluida tanto el tren como las camionetas, pero las vans, (que salen una atrás de la otra todo el día), hacen una parada en el Mirante del que hablamos anteriormente para que podamos bajar, apreciar el lugar y tomar fotos. Luego para bajar del cerro al finalizar nuestra visita, se puede abordar a cualquier hora uno de los vehículos que salen constantemente.

El Maracaná

Otro lugar especialmente atractivo para los uruguayos, nuestra segunda casa en Río, el estadio Maracaná donde somos dueños y locales. Nuestra intención no era ver un estadio vacío pagando los 150 reales que cuesta la recorrida, absurdo y sin gracia según los que lo hicieron. Preferíamos verlo lleno en el medio de la tribuna durante un partido, y coincidía que el 5 de diciembre jugaba el Flamengo en su partido despedida. Las entradas son de precio accesible pero comprarlas online fue muy difícil. Tampoco hay lugares de venta como nuestros ABITAB o REDPAGOS, así que las únicas opciones que teníamos eran en la sede del club o en el propio estadio. Pero lamentablemente cuando fuimos, por lo importante de la fecha final y despedida del año del Flamengo, no conseguimos entradas. No quisimos regalarnos con los revendedores con entradas obviamente truchas (cuidado con estos), pero igual nos sacamos la clásica foto en la puerta del estadio a fin de atestiguar que estuvimos allí.
Para el que quiera ir a conocerlo pero sin pagar el precio del tour, se puede llegar fácilmente por Metro, alrededor de 20 minutos de viaje desde Copacabana.

El acuario "mais grande" de Latinoamérica

Mucho más interesante de ver es el "AcuaRío", ubicado en la zona norte de la ciudad, a media hora de viaje en metro o 50 minutos en UBER desde Copacabana pagando unos 40 reales / 400 pesos uruguayos el viaje.

En mi caso, que tengo una profunda fascinación con la vida marina, es un lugar soñado. Pero cualquiera se va a sentir deslumbrado y maravillado por la obra de ingeniería del lugar, el tremendo atractivo turístico y la imponente variedad de vida expuesta allí. Los 100 reales (900 pesos uruguayos) de entrada no son nada comparado con la experiencia que se vive. Los cariocas convirtieron un inmenso galpón portuario de alrededor de 200 metros de largo en un moderno e imponente lugar. Varias especies de tiburones, pulpos, cardúmenes de atunes, mantas rayas, y un sinfín de vida pueblan las inmensas estructuras. Y un túnel vidriado que pasa por debajo permiten una vista única.

Recomendación: llevar algún abrigo liviano porque la temperatura adentro es bastante baja, e ir con unas 3 horas de disponibilidad, es el mínimo tiempo recomendable para disfrutarlo, se pasan volando y de esa forma se puede tener la suerte de coincidir con la hora de alimentación, donde un equipo de buceadores dan un espectáculo al llevarles comida a los peces y sacarse fotos con los visitantes.

La zona portuaria donde se encuentra el acuario fue reconvertida en un hermoso parque urbano, otro punto a envidiarles a los cariocas, llenaron de pinturas los muros y reacondicionaron toda la zona, incluyendo una rueda gigante para que sea un paseo turístico único. Se puede caminar 2 kilómetros hacia el sur por la peatonal portuaria para sacarse fotos, disfrutar del lugar y llegar al "Museo del Mañana", otro atractivo muy interesante de la ciudad.

Escalera de Selarón

La Escalera de Selarón es un lugar interesante en la zona céntrica de Río, da para sacarse unas lindas fotos. Una obra de arte plasmada en plena vía pública

Se hizo conocida internacionalmente por la llamativa decoración que le hizo el artista plástico chileno Jorge Selarón, trabajo que inició en 1990 y que continúa en una renovación constante. Considerada por su autor como una obra "viva y mutante", la escalera tiene 125 metros y 215 peldaños, y está completamente revestida de piezas de cerámica de distintos colores, tamaños y formas.

Muy próximo está el famoso acueducto de Río (a unas 3 cuadras), este segundo punto no lo recomendamos. Cayó en desgracia, casi no hay turistas y el entorno se siente peligroso.

Músicos callejeros en el segundo tramo de la escalera

Vida nocturna, teatros, museos, música:

Se las debo para la que viene !. Entre el paseo a Angra, la Piedra del Telégrafo sobre la que les conté anteriormente, las playas y otros lugares de atracción, no nos dio el tiempo. No pudimos hacer ni eso, ni el paseo por el famoso teleférico del Cerro Pan de Azúcar. Nueve días aprovechados a full no fueron suficientes !. La meta está en volver el año próximo, ver un poco más de arte y vida nocturna, disfrutar de la famosa fiesta de Réveillon y quedarnos más días en Angra. Sin dudas Río si es la "Ciudad Maravillosa".

Nota de Dirección: A Diego lo traicionó el hábito, "no toma ni consejos", su vida transcurre bien lejos del alcohol, por eso no registró bien durante todos los años que lleva trabajando con nosotros, que la frase reiterada es: "vida de champagne y salario de cerveza". Cuando accedimos a la nota ya era muy tarde para corregirla, la habían leído cientos de usuarios del PDA.

Portal de América

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