por Diego Rodriguez, desde Río de Janeiro

Hoy las 365 islas que componen el archipiélago reciben en sus 2.000 playas una infinidad de viajeros de forma diaria, administradas por una aceitada maquinaria  turística operada por el estado y grupos privados. Con la prioridad puesta en la conservación de este tesoro natural, los operadores manejan una variedad de paquetes bien armados y muy disfrutables.

Para ir a Angra se puede optar por 2 opciones: contratar los servicios de alguna agencia que opera en Río de Janeiro, o ir en bus desde la terminal de la ciudad y luego cruzar en lancha hasta Ilha Grande, la isla más prominente y con más servicios de la zona.

Para la opción uno, si se quiere tener un vistazo general de cómo es el archipielago y disfrutar de los atractivos más importantes, lo ideal es contratar el paseo por el día en barco. Varios operadores establecidos principalmente en Copacabana acostumbran ofrecer los servicios directamente al público en puestos establecidos en la famosa rambla de la ciudad. Es conveniente negociar el precio directamente con ellos, ya que intermediarios como Trip Advisor, si bien ofrecen la comodidad de hacer la reserva online, agregan un sobrepecio importante de hasta el doble de lo que conseguiríamos con el trato directo.

Nosotros lo hicimos con Alexandre, un simpático y muy atento ex-guía turístico Carioca que tiene su propia agencia que dirige con su esposa chilena (por lo que el idioma no va a ser un problema), por un precio de 115 reales por persona (unos mil pesos uruguayos). Los datros de Alexandre: Whatsapp: +55 21 97041-1631 - Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. - www.chilebratur.com.br

El paquete incluye traslado en camioneta de Río a Angra, unos 160 kilómetros que se hacen en unas 3 horas (lamentablemente se va mucho tiempo en traslado de ida y vuelta por la distancia y el tráfico para salir de Río), pero la experiencia de varias horas en barco bien lo compensan. También se incluye almuerzo buffet (bebidas se pagan aparte) en uno de los restaurantes de Ilha Grande.
Se hacen varias paradas para nadar y hacer snorkeling en varios puntos clave, y todo el viaje en barco en si es muy animado, música a bordo, tragos en el bar y magníficas vistas para fotografiar. Lo único malo de este paquete es que queda un sabor a poco en el paladar, pues al final del día dan ganas de seguir.

La opción dos, la que planeábamos para este viaje pero decidimos dejar para nuestra próxima venida a Río, es aprovechar que Ilha Grande ofrece una variedad de alojamiento con precios variados y quedarse allí. En general son posadas, casas y apartamentos distribuídos por lo que sería el pequeño centro de un pueblito y las distintas playas de la isla. Cuatro o cinco noches sería el mínimo ideal para disfrutar de los atractivos de lugar. Playas como la Laguna Azul, con su variedad de peces de colores y su hermosura paradisíaca merecen al menos un día entero de disfrute y no sólo unas pocas horas. Una buceadora profesional afincada en la isla ofrece un servicio de un día entero en lancha a un precio más que accesible para recorrer lo que según su experiencia son los mejores lugares de recreación y avistamiento de vida marina. Para llegar por nuestra cuenta a Angra se puede utilizar el servicio de ómnibus colectivo desde la terminal de Río y luego cruzar a Ilha Grande en un servicio de lanchas que funciona durante varias horas del día. O directamente contratar sólo el traslado con las agencias que operan los tours regulares.

Nuestra impresión general: un paraíso sin igual, hermosa por donde se la mire, mágica y encantadora, la "pequeña bahia" nos traslada por momento a lugares como Tailandia por el impresionante perfil de las islas montañosas, o al Caribe por la transparencia de sus aguas verde esmeralda. Por algo personalidades como Neimar y otros famosos de Brasil eligen esta zona para establecer sus casas de veraneo. Por lejos lo mejor de Río y de lo más atractivo de toda América Latina, para llenarse los ojos de belleza natural.

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