Cataratas: el duchazo más extremo
Viernes, 06 Diciembre 2019

Cataratas: el duchazo más extremo

Hace ya 20 años de mi primer viaje a Foz de Iguazú. Con la maravilla marcada en los ojos y la promesa de volver a completar la aventura, nos tomamos la revancha de esa incompleta experiencia que, si bien se disfrutó, me quedó pendiente lo más importante: la aventura de pasar por los pies de las cataratas en las lanchas. Por falta de tiempo y otras eventualidades no lo pude hacer en su momento pero la promesa quedó hecha... y este domingo pasado, después de 20 años, por fin con mi compañera Macarena Vera lo hicimos.

Valió la pena la prolongada espera?

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por Diego Rodriguez, desde Foz de Iguazú

En una respuesta simple: si lo valió, y con creces. La carga de adrenalina, las emociones intensas, la deslumbrante exuberancia del paisaje, la fuerza de la caída de agua vista prácticamente desde abajo, lo que nos hace sentir pequeños y a la vez llenos de vida, conjugan una experiencia única y necesaria para el turista que viene a apreciar lo que es considerado como una de las «Siete maravillas naturales del mundo». Y ésta es la manera de vivirlo más a pleno, con todos los sentidos, desde la vista con un ángulo privilegiado hasta el rugido de la caída de agua y el "baño de catarata".

Imperdible dentro de este relato: el video a continuación y la galería de imágenes de la belleza de la selva subtropical de Misiones. Más adelante les cuento los detalles, cómo y con qué empresa hacerlo, costos, modos de reserva y preparativos a tener en cuenta.

Click para ver el video:

 

Click en las imágenes para ampliar:

Por la plata...

Y sí, lo primero que uno se pregunta es ¿cuánto?... Bastante accesible, 55 dólares por persona, incluye la recogida en el hotel si uno se aloja en Puerto Iguazú o en algún punto a convenir (lo pasan a buscar siempre en esa ciudad que está del lado argentino, recordemos que Foz de Iguazú está del lado brasileño, y Ciudad del Este, un poco más lejana, del lago paraguayo de la triple frontera). Dentro del servicio está, aparte del traslado al Parque Nacional Iguazú por unos 15 kilómetros de camino por zona selvática, un guia y coordinador para todo el recorrido que dura casi un día entero, un paseo guiado a pie por los aproximadamente 2 kilómetros de pasarelas superiores entre las diversas caídas de agua, donde se pueden tomar muy lindas fotos, un paseo en tren desde la recepción del parque hasta la zona de paseos, y la coordinación necesaria gestinada por el guía para un paseo en vehículo todo terreno por la selva misionera hasta el punto de partida de las lanchas, con una experta en flora y fauna local que va contando los detalles del lugar, el paseo en lancha propiamente dicho, el retorno al ingreso del parque y traslado al hotel o zona de conveniencia.
Las lanchas dan una vista privilegiada desde adentro del Cañón Garganta del Diablo, y luego el bautismo debajo del salto San Martín, el segundo más caudaloso del lugar y el mayor al que una lancha se puede aproximar.

Qué no se incluye: la entrada al Parque Iguazú, que cuesta unos 500 pesos uruguayos (se paga al momento del ingreso) y las comidas, que podemos llevar con nosotros o aprovechar los restaurantes del lugar con precios bastante accesibles.

Precauciones a tener en cuenta: mucho repelente, si bien no nos molestaron los mosquitos pero es fundamental ya que estamos en la selva. Calzado cómodo y cerrado para poder caminar bastante, ropa liviana, fresca y que proteja. Por lo general el camino es agradable pero algunos lugares son medio escabrosos. Y la temperatura típica de una selva, 38 grados en un día de principios de diciembre y muchísima humedad, importante tomar mucha agua.
Para llevar nuestra cámara, celulares y mochila, nos proveen unas bolsas perfectamente selladas donde también conviene poner nuestros calzados y medias porque la experiencia es muy mojada. Tambien puede convenir llevar una muda de ropa liviana si sentimos la necesidad de cambiarnos al salir.

Con quien hacer el tour: se puede contratar tanto del lado argentino como del brasileño. Pero el lado argentino es mejor por muchas cosas; guías en español, mejores puntos para apreciar y tomar fotos antes de abordar los barcos, más variedad. Recordemos que Argentina cuenta con el 80 por ciento del escenario mientra que Brasil sólo tiene el 20 por ciento, así que casi todas la trillas y puntos de observación de los saltos de agua están del lado argentino. Lo único bueno del lado brasileño es la vista privilegiada de la Garganta del Diablo, la mayor de todas las caídas de agua.

En resumen, es obligatorio hacer este tour de aventura. Además de toda la emoción, adrenalina, vistas impresionantes; se le suma la saturación de turistas por los recorridos a pie tradicionales. Para sacar una foto en los puntos de observación a pie es necesario esperar rato y buscar el momento y el punto justo.

En especial para tomar imágenes del punto principal sobre la vista de la Garganta del Diablo del lado argentino, hay más gente que en 18 de julio a la hora pico en un día previo a las fiestas.
Todo eso cambia al subir a los barquitos: vistas privilegiadas para tomar cientos de imagenes y sentir a pleno toda la belleza natural del lugar.

Hacemos nuestras la frase de cabecera de los costaricences que cuadra a la perfección con la experiencia que vivimos: PURA VIDA !!!

 Portal de América

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