por Ariel Badán Carreras, desde Córdoba, Argentina
En el marco del DNU 260/2020 de emergencia sanitaria y para evitar la propagación del coronavirus COVID-19, el Ministerio de Turismo y Deportes de la Nación determinó que las Agencias de Viaje tendrán la facultad de atender al público exclusivamente por canales electrónicos durante 30 días.
Hasta aquí parecía que todo quedaría solucionado en 30 días. Con una temporada de verano que no fue de las mejores, la esperanza eran las vacaciones de invierno y nada hacía sospechar lo que se viviría en la Argentina con el brutal encierro al país todo.
El comercio, la educación, la industria, el empleo, el deporte, la cultura, la vida diaria misma, se vió 100% afectada por el fenómeno Covid-19, y el turismo no fue la excepción. Todos los eslabones de la cadena de servicios que componen esta industria recibió lo que en boxeo llamamos “golpe de Knock Out”.
Uno de esos eslabones, las agencias de viaje, comenzaron a vivir la mayor crisis de su historia con la explosión por la pandemia, y al final del fatídico año 2020 habían cerrado definitivamente casi el 30% .
A mediados de 2021 la situación no lograba mejorar y los dirigentes de las asociaciones se manifestaban con expresiones como:
- “Los daños en la industria son contundentes, nunca se vivió una crisis de tal magnitud en la historia”
- “El impacto económico es total; los agentes de viaje no pudimos trabajar en más de un año, solo acumulando pasivos y créditos a pagar en el futuro”.
- “La extensión en el tiempo de la situación restrictiva hace cada vez más difícil sostener las estructuras y las fuentes laborales en medio de una gran incertidumbre y escasa reactivación del sector”.
Todos sabemos del camino recorrido, y en los primeros meses de 2022 la expectativas no eran mejores, ya que según información a nivel global y con datos recabados por la Organización Mundial del Turismo, se estimaba que hasta 2023 el turismo internacional no volvería a los niveles de afluencia turística previos a la pandemia.
Y finalmente llegó el año 2023, a los tropezones, con muchos agentes de viaje fuera del sistema y otros resistiendo con esperanza de poder llegar al consumidor y reacomodarse, y en un escenario de cambios económicos y políticos marcados por la devaluación del dólar en Argentina, el sector de viajes y turismo se encuentra nuevamente en un estado de incertidumbre. La medida es un duro golpe para un país que ya tiene una de las inflaciones más altas del mundo, que superara el 130 % anual.
Ahora no sólo las agencias de viaje ven complicada su operatoria, sino que además la situación económica de Argentina afecta también a los viajeros.
En agosto del año en curso comenzaron los problemas con los pasajeros que contrataron viajes en cuotas en pesos, en virtud de que con la situación actual no es posible financiar el pago de los servicios en el extranjero.
La relación entre las aerolíneas y las agencias turísticas se ve influenciada por la devaluación del peso argentino frente al dólar USA. Aunque algunas tarifas de servicios turísticos dentro del país han sido ajustadas en dólares por numerosos hoteles, el monto a pagar por el cliente debe corresponder al tipo de cambio oficial del día de la transacción. En el caso de los boletos aéreos internacionales, las modificaciones en los impuestos y las percepciones de la AFIP impactan en los servicios vendidos a partir de una nueva resolución.
Al día de hoy, si bien el sector se rige por el dólar turista, varias empresas dejaron de operar hasta que la situación se estabilice, en medio de la incertidumbre que genera la creciente tensión cambiaria. Aunque las transferencias de comercio internacional funcionan normalmente, algunas agencias dejaron de aceptar cobros en pesos y sólo admiten pagos en dólares hasta nuevo aviso.
Con un dólar blue que tocó los $ 1.100, un dólar turista que al volver la alícuota al 25% saltó a $ 731, ya no existe una diferencia con el 'dólar Qatar', que aplicaba para consumos mayores a U$S 300. Por lo tanto por conceptos turísticos que se hagan fuera de la Argentina, todos lo pagarán a $ 731 por ahora.
Esta situación hace que las agencias de viajes no quieren arriesgarse a vender. "Preferimos no vender por estos días, porque de esa forma nos aseguramos no perder dinero. Seguimos tomando reservas para que, cuando esto se acomode, reactivemos la rueda", comentó el ejecutivo de una firma mayorista en diálogo con este medio.
Operadoras mayoristas están informando que por el momento todos los pagos deben realizarse en dólar billete, al igual que los depósitos y las transferencias. Temen que frente a nuevos saltos en el dólar turista, se produzca un descalce entre la cotización por la que perciben ingresos de sus clientes y la que podría regir a la hora de transferir pagos al extranjero. Exceptúan a los tickets aéreos, que, por el sistema de emisión que se usa, al momento de concretar la compra se fija el tipo de cambio, cerrando así el precio final.
Inclusive también se suma la problemática que tiene Argentina al momento de aceptar billetes de dólares USA si estos son “cabeza chica”, o de una denominación más baja de 100, o de una impresión de años atrás.
En fín, otro problema que se agrega en esta rara relación que este país tiene con la moneda norteamericana y también afecta al consumidor.
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