por Ariel Badán Carreras, desde Córdoba, Argentina
San Javier está ubicado a 70 Km, aproximadamente, hacia el sur de Mina Clavero Provincia de Córdoba Argentina. Por la ruta provincial N° 14, pasando la localidad de Villa de Las Rosas, se llega a la rotonda de Las Tapias, ahí tomar por la salida que indica a San Javier y a 8 Km habremos llegado a este encantadora localidad.
Es quizá, uno de los pueblos más pintorescos del valle, armonioso y de estilo inglés, sus casonas centenarias le dan un toque de distinción al paisaje de montaña, el resultado es de una belleza exquisita que afortunadamente ha sido conservada intacta por sus habitantes, muchos de ellos músicos, artistas plásticos, paisajistas y artesanos.
Recostado sobre el Cerro Los Linderos de 2770 msnm y el Cerro Champaquí cuya cumbre alcanza los 2790 msnm y es el más alto de Córdoba, nos encontramos con el “Hotel & Bodega Araoz de Lamadrid”, una propuesta muy singular de hospedaje donde se conjugan los sabores del vino con la naturaleza y el arte.
Al frente del establecimiento los descendientes directos del Gral. Gregorio Araoz de Lamadrid, n. en San Miguel de Tucumán el 28 de noviembre de 1795 y f. en Buenos Aires el 5 de enero de 1857. Militar de la Independencia argentina se incorporó a las milicias del general Belgrano y fue uno de sus hombres más cercanos y confiables en las batallas de Salta y Tucumán, pero también en las derrotas de Vilcapugio y Ayohuma (1813). Conocido como “El inmortal” debido a que en la batalla de El Tala, fue derrotado por Facundo Quiroga, cuando atacado por 15 montoneros lo dejaron con el tabique nasal roto, varias costillas quebradas, una oreja cortada, heridas punzantes en el estómago y un tiro de gracia en la cabeza. Fue dado por muerto y pasadas unas horas uno de sus atacantes, al que le entró la duda de haberlo matado, regresó a confirmar. El general ya no estaba en el campo de batalla, pese a sus heridas logro ocultarse de sus enemigos en un rancho hasta ser rescatado y logrando sobrevivir dando así nacimiento al mito.
Un parque de 11 hectáreas respeta el monte nativo de tabaquillos y maytenes, con canteros de herbáceas, cuarteles de vid junto a 30 estanques con nenúfares y lotos, esculturas al aire libre, una gran y variada colección de cactus, el establecimiento sorprende al visitante a cada paso por la fusión de obras de arte y el paisajismo.
La capacidad de alojamiento en muy especiales habitaciones, es acotada y nada convencional.
Podemos encontrar una habitación en lo que fuera la casa de familia original y en lo que fueran caballerizas, otras habitaciones bajo talas y molles con vistas a los viñedos, todas con comodidades y servicios superiores y decoradas con obras de arte de artistas locales de San Javier y poblaciones cercanas.
Se podría definir al Hotel & Bodega Araoz de Lamadrid como el punto de encuentro del arte con la hospitalidad, la naturaleza, una gastronomía exclusiva y los sabores del vino.
Vinos de alta gama y artesanales son el resultado de la plantación de las primera cepas de uvas 100% del Valle de Traslasierra en el año 2012.
Con identidad propia y única resultado de la conjunción de sabores de la uva y las aromáticas nativas como el Poleo y la Jarilla, que se resume en el concepto acuñado por todo el equipo de trabajo, “ El Monte habla y es reconocido en cada copa”.
De la vid a la botella todo el proceso se lleva a cabo en la finca. Son nueve las uvas tintas: Malbec, Syrah, Tannat, Petit Verdot, Ancelotta, Cabernet Franc, Cabernet Sauvignon, Monastrell, Garnacha; y son dos las uvas blancas: Chardonnay, y Viognier. El proceso de vinificado se realiza en tanques de acero inoxidable.
En la finca “El Tala”, del complejo Araoz de Lamadrid, se elaboran los vinos jóvenes tintos, rosados y blancos y vinos de guarda que no pasan por barricas, como así también los vinos reserva y gran reserva en barricas de roble francés con un estacionamiento que va de los 12 a los 30 meses y en los que el aroma del monte se integra mágicamente.
Desde los inicios de 2021, la bodega desarrolla el método de crianza basado en la técnica ancestral del ánfora con recipientes con formas de huevos para criar y madurar vinos, llamados ‘Ovoid’ de origen francés de un material polímero que no es de cemento y le da una microoxigenación natural al mismo ritmo que las barricas.
Realmente una opción diferente para huéspedes con una sensibilidad especial, donde el entorno natural y nativo y la manifestación del arte en todas sus expresiones son los grandes protagonistas.
La sensación que sentimos y expresamos a nuestro anfitrión Gregorio Araoz de Lamadrid, chozno nieto del general y propietario de la finca que junto a su esposa y varios artistas plásticos nos recibió, era de encontrarnos en una “cueva repleta de arte devenida en bodega”.
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