Bruno Musitellli, el gran Bruno, el más bohemio de todos los agentes de viaje que conocimos y el contador Lino Bensich eran los principales y Mario Waldemar Amestoy era un joven funcionario del Banco República que trabajaba en esa institución pública desde las seis de la mañana hasta las nueve, cuando venía a Cynsa hasta las siete de la tarde que se iba de nuevo al banco a completar el otro horario. Bensich su padrino, le regaló las primeras acciones y luego con su visión y su intransferible estilo de “topadora”, “el pelado” se encargó de llegar a ser el propietario único.
Cuando al poco tiempo de ponernos los pantalones largos llegamos a Cynsa, el legendario Ramón Costales era el gerente; Mario Vidal (mi vecino y amigo del Barrio Sur que me llevó a trabajar como cadete) era el Jefe de Turismo Sudamericano y el querido Walter Seoane el Subjefe. Jorgito Laporta y Rafael Ulloa los encargados de cabotaje, los que me permitían juntarme con ellos a emitir toneladas de pasajes de CAUSA cada vez que aumentaban las tarifas para “cubrir” con las tarifas vigentes, los futuros viajes a Buenos Aires de los ejecutivos de las diferentes firmas internacionales con sede en Montevideo, clientes de la agencia.
Hugo y Elizabeth Eguren, más Germán Bernardo Wilcke eran los ejecutivos que tenían en su cartera de clientes a las principales empresas, organismos e instituciones que requerían los mencionados servicios.
Imagen lateral del local sobre Plaza Cagancha
En Turismo Receptivo, Bernabé Miguez; Walter Risso, Alicia Hernández; en pasajes aéreos el por entonces joven Julio Pino; en el teléfono María Noel Casaravilla y luego con el paso del tiempo, fueron apareciendo los queridos Ildefonso Blanco y Hugo Cruz; el capo más capo en turismo regional que he conocido, el entrañable Oscar Cicao; otro que mucho me enseñó el gran Eduardo Bafico. El todoterreno Juan Ramírez y en turismo Nacional y operación de tours regulares el inolvidable Luisito Domínguez junto al Tano Antonio Imbrenda.
Toni Sansonetti fue el italiano más uruguayo que conocí y con quien teníamos los diálogos más disfrutables.
Tenía que existir un “todoterreno” y en Cynsa lo había. Era el “Canario Vicente” el sereno, era el que aparecía en esas jornadas interminables de alta temporada con algo para comer, de su propia autoría o algo para beber que no siempre eran refrescos o infusiones...pero dentro de sus recursos estaba el de gran operador de cambios en una época que se dividía entre el “oficial y el negro”.
Igual que ahora, recibiendo al mundo
Junto a la marca Cynsa a lo largo de su historia, es ineludible la mención a un apellido que también es marca registrada en el turismo: Amestoy.
Nos parece verlos uno a uno en el desfile de imágenes que pasa por nuestra mente mientras escribimos. El pequeño Leonardo correteando por las oficinas; Gladys sonriendo y dialogando con cada uno de nosotros, junto a Mario siempre, a quien “vemos” a pocos metros de nuestro escritorio dentro de su “pecera” o despacho, siempre activo.
En su obituario, el que publicamos en el PDA el 1 de julio de 2012 decíamos: “Amestoy fue presidente de casi todo lo que tiene que ver con el turismo y de alguna manera también con el transporte. Hasta ayer era el único sobreviviente de los ex Presidentes de AUDAVI, Asociación Uruguaya de Agencias de Viajes y de los cuatro ex-presidentes uruguayos que tuvo COTAL, Confederación de Organizaciones Turísticas de América Latina. Fue fundador y Presidente de la CAMTUR, Cámara Uruguaya de Turismo y de ANETRA la Asociación Nacional de Empresas de Transporte carretero. Fue un activo militante del Partido Nacional y en su representación fue Diputado Nacional y Ministro de Turismo. Actualmente era el Gerente General de la Cámara de Comercio de la Aeronáutica del Uruguay y tenía a su cargo un sector importante de la actividad en Uruguay de American Airlines.”
Con Claudio el diálogo siempre cordial es virtual, lo mantenemos por Facebook y a su hija Lucía, otra gran empresaria del turismo de Uruguay a cargo de la oficina en Montevideo, la vemos en los eventos y siempre es muy grato el reencuentro. Con quien más cerca estamos siempre es con Alejandro, el gran hacedor, quien ha desarrollado con excelencia el emprendimiento en Argentina y ha llevado a que Cynsa South America se haya convertido en una gran empresa del turismo internacional, fiel reflejo de aquella otra inolvidable, la del inicio.