Preferente. ¿Cómo han transcurrido estos primeros seis meses del año en términos de ventas?
Pedro Fiol. Para el mercado receptivo, está habiendo un aumento muy positivo de las reservas, lo que hace pensar que este año vamos a batir récords en todos los sentidos. De enero a marzo es cuando más hemos notado este incremento, y es luego a finales de abril y mayo donde notamos una ralentización, y más este año que hemos tenido una Semana Santa tan pronta. En mayo, algunas agencias nos transmitían que “el verano aún no estaba vendido” haciendo referencia que a pesar de que todo apunta que va a ser una gran temporada turística, hay que seguir trabajando para colocar todo el producto contratado.
Para el mercado emisor balear, las reservas de verano son positivas y siguen la misma tendencia que años anteriores. Destacable, es que cada vez hay una venta anticipada más pronunciada cara el invierno, que sirve de aliciente a los viajeros para poder afrontar una temporada turística porque, una vez finalizada, tienen sus vacaciones garantizadas.
También existen, cada vez más, agencias que se focalizan con salidas grupales, que planifican de un año para otro los destinos que propondrán a sus clientes. Trabajar con grupos tiene sus ventajas e inconvenientes. Como ventajas, es la rentabilidad que uno consigue en una única salida en función al número de componentes. La desventaja, que cualquier percance puede provocarte un perjuicio económico de mayor magnitud que si trabajas con viajeros individuales. Todos esperamos que, debido a la buena situación económica de nuestras islas, junto con las bajas cifras de paro y los buenos pronósticos de visitantes, los residentes tengan disponibilidad económica para contratar sus vacaciones. Tanto aquellos que esperan los resultados de una buena temporada turística, como aquellos que contrataron con anterioridad. Aunque el verano sean los meses por excelencia para irse de vacaciones en la península, en Baleares son muchos los que esperan al otoño-invierno para realizar sus planes de viaje.
P. ¿Cómo se encuentra la evolución de precios en Baleares? ¿Siguen al alza o se han contenido?
R. Este año se han contenido, puesto que no podíamos seguir con los porcentajes de crecimiento registrados desde mayo del 2022 (fin de la pandemia). No han descendido, sino que nos mantenemos con precios similares al 2023. El consumidor ya se ha habituado a pagar más por sus billetes de avión lo que hace que la inercia de venta sea más fácil para los mercados emisores. Las pernoctaciones quizás hayan podido incrementarse un poco, pero ya no es un problema para los que escogen nuestras islas como destino. Como dije, el mercado se ha ido “acostumbrando” a estos precios y esto es una buena noticia. Al igual que para el mercado emisor, que este año ya no debemos invertir tanto tiempo en convencer sobre el coste del producto sino podemos enfocarnos más en el valor del producto. 2023 fue un año muy difícil para las agencias de viajes, tanto las emisoras nacionales como las que nos mandaban turistas a Baleares: “Convencer a los pasajeros sobre estos sobrecostes, nos obligaba a recortar noches de estancia o a proponer otros destinos alternativos más económicos”.
P. Hace unos meses nos contaba que las aerolíneas han ido quitando servicios a los residentes que antes se daban por adquiridos, y prometía actuar por los derechos de pasajeros y agencias. ¿Se ha conseguido algún avance en este sentido?
R. Pues hemos hecho todo lo que ha estado en nuestras manos, y hemos manifestado nuestro malestar a todas las instituciones que nos han querido escuchar. La responsabilidad está transferida. Ahora veremos el nivel de eficiencia que tienen para llevar a cabo todas nuestras propuestas. No tengo problema en reconocer que este nuevo gobierno tiene toda la predisposición a ayudarnos en lo que haga falta, pero también reconozco que, en un año de gobierno, han tenido que atender a muchas reivindicaciones y que tienen muchos frentes abiertos. Las relaciones son notablemente buenas, pero echamos de menos que se haga un seguimiento más exhaustivo de nuestros problemas como colectivo. Tenemos que marcar unas líneas solidas de trabajo a futuro y no crear reuniones esporádicas cada vez que surja un problema para buscarle una solución precipitada.
Estamos alertando de los posibles problemas que pueden surgir con la nueva ruta de OSP de Mahón a Barcelona y parece ser que somos los únicos que vaticinamos posibles problemas que pueden acontecer fruto de nuestra experiencia con las otras OSP ya existentes. Esperarán a tropezar para luego preguntar al sector. ¿Quién mejor que nosotros, que estamos en contacto diario con los consumidores, para transmitir lo que funciona y lo que no funciona para los usuarios, colectivos y empresas?
Lo que sí hemos conseguido por ahora es que la cosa no vaya a más: el fraude de los certificados de residentes expedidos por los ayuntamientos, desenmascarar posibles sobrecargos en la distribución en los canales indirectos para agencias, denunciar los precios abusivos en ciertas épocas del año, ...etc. saben que tenemos el radar activado y eso es algo muy bueno. Saben que, ante cualquier abuso, nosotros estaremos ahí para levantar la voz. Y aunque he sido criticado por defender los derechos de los viajeros al igual que lo hago para las agencias, la simbiosis es clara: quien paga es el usuario, y si mi producto es deficiente, no competitivo o abusivo, voy a perder ese cliente o mi venta será fallida. Por ello sabemos lo que quieren los consumidores, y todo ello es lo que transmitimos a nuestras instituciones.
P. ¿Le preocupan las manifestaciones en Baleares contra el turismo? ¿Hay temor a una escalada de las protestas?
R. Claro que me preocupan y mucho. No puedo entender cómo hemos llegado a esta fractura social donde el turismo es percibido como una amenaza. Todos somos conscientes de que este modelo actual ha tocado techo. Todos hablamos de calidad vs cantidad. Pero nadie se atreve a decir las cosas como son. El problema es que hemos crecido en todos los nichos de mercado habidos y por haber. Y con ello, todo el tejido empresarial que envuelve a cada una de estas actividades. Y esto se veía venir, pero nadie actuó a tiempo. Y por esto estamos viviendo este problema de la falta de vivienda, la falta de infraestructuras y los crecientes problemas de movilidad. Entiendo que la gente esté enfadada y que pida un cambio de 180 grados. Pero el cambio no puede ni debe ser inminente. Muchos negocios, empresas y trabajadores sufrirán las consecuencias si no sabemos hacerlo progresivamente. Entonces, vamos a un cambio progresivo donde haya consenso por todas las partes.
Podemos, sin darnos cuenta, proyectar una imagen de aquí no queremos turistas y lo que la sociedad quiere decir es que turistas sí pero así no. Y claro está que hay muchas sensibilidades diferentes y muchas maneras de percibir este problema en función a múltiples variables, la principal, en función a cuál es tu fuente de ingresos, pero definitivamente no quedará otra que llegar al consenso global y que todos aportemos nuestro conocimiento para que en las próximas mesas de trabajo sobre el pacto social propuesto por la presidenta del Govern, lleguen a buen puerto.
Volviendo a la pregunta inicial. Hay algo que me inquieta por igual sobre los problemas internos que tenemos en este momento sobre la mesa, que es la imagen que proyectamos a nuestros mercados emisores. Ninguna agencia de viajes en el extranjero traerá a turistas sabiendo que se exponen a ser increpados o a tener algún problema de movilidad debido a posibles manifestaciones o a un posible bloqueo del aeropuerto. Al igual que nosotros como emisores, no vamos a llevar a nuestros turistas a lugares donde no sean bienvenidos o a exponerlos a un posible incidente, es de lógica. Ya sabemos la responsabilidad adquirida que tenemos las agencias de viajes como organizadores. Por ello, desearía que las manifestaciones a futuro sean pacíficas y que, si la gente se quiere manifestar, toquen el trasfondo real de los problemas de los ciudadanos. En estas manifestaciones veo muchos lemas dispares y mucho afán de protagonismo por diferentes entidades con un discurso muy simplista de que “toda la culpa la tiene el turismo”. ¿O acaso los que se manifiestan no han sido turistas alguna vez?
Vivimos en una era donde la movilidad es fundamental y que tras lo que vivimos en la pandemia no queremos dejar nada para mañana. Pero todo esto finalmente acabará conteniéndose. Lo que debemos hacer es estar preparados para saber cómo podemos dar cabida a estos repuntes de visitantes para que erosionen lo mínimo posible nuestro territorio y que los residentes estén cómodos con una economía que sea capaz de llegar a todos los estratos de la sociedad y que la capilarización no solo quede para unos pocos.
Pienso que la turoperación tradicional puede ser una de las grandes impulsoras de este cambio. El cambio de distribución original y la gran accesibilidad de los nuevos viajeros a servicios sueltos, hacen que se genere más oferta sin que parezca que haya un límite. Pero cabe recordar que el límite está fijado y además está claro. Son las plazas que actualmente están regladas y que son las mismas desde prácticamente los últimos 8 años. Lo que está generando una oferta “invisible”, es la cantidad de alquiler vacacional ilegal, que sigue provocando que mientras haya demanda, las compañías aéreas sigan ofertando vuelos para dar cabina a las necesidades del mercado. Esto es como tener una fuga en una tubería, por muy grande o pequeña que sea, seguimos mojando el terreno. Hasta que no consigamos solucionar este problema, no podremos dar los siguientes pasos, porque no sabemos la magnitud del problema al cual nos estamos enfrentando y seguimos generando sin quererlo una oferta de servicios que siempre suele ir acorde con los visitantes que recibimos.
P. Air Europa tiene gran actividad en Palma. ¿Considera beneficiosa su integración en IAG? ¿Qué opinión le merece la operación?
R. Es verdad que Iberia invierte muchos recursos para que nuestras agencias estén bien atendidas y por ofrecernos un buen servicio a los agentes, aunque a veces sus movimientos se han percibido como una amenaza en nuestro sector. Probablemente porque siempre han querido ir un paso por delante y eso a veces tiene un coste y un desgaste.
Por el contrario, Air Europa siempre fue más lineal, sin grandes sobresaltos, nunca buscó alternativas a la distribución como sí ha hecho Iberia con el NDC y en su momento con el private channel que tantos desequilibrios creó en la distribución del sector. Un reproche que hemos siempre manifestado a Iberia es que este cambio en la distribución, la han querido llevar a cabo no por convencimiento de que la alternativa es más ágil y en consecuencia más productiva, sino a fuerza de “penalizar” la distribución por los canales habituales sin la formación necesaria para los agentes, ni a esperar que los GDS se adaptaran a esta nueva distribución. No habrá paz hasta que volvamos a reequilibrar la distribución y los costes de los mismos. Quizás el NDC, más que un cambio a mejor o peor, el tiempo lo dirá, ha venido para repercutir los costes de distribución a las agencias de viajes, porque hemos descubierto que ni es gratis y que nadie quiere asumir estos costes por ahora.
Está claro que todos queremos augurar lo mejor para ambas y que el hub de Madrid se consolide definitivamente como uno de los principales de Europa, no solo en Latinoamérica sino empezar a competir en atlántico norte y Asia como se hace en otros hubs de Europa. Y sin la adquisición de Air Europa, las cosas se van a complicar. En Mallorca también hay temor en perder competitividad, ya que Air Europa realiza una competencia muy saludable alejándose de las presiones de otras aerolíneas, creando un producto de calidad y amortiguando un posible monopolio en ciertas rutas en caso de fusión. Me preocupa que estos huecos los cubran algunas low cost que su manera de distribución no es afín a nuestros intereses. Por ello este apego a Air Europa por parte de nuestras agencias, porque sigue dando respuesta a nuestras agencias sin sobresaltos y con la estabilidad que nuestras empresas buscan de un operador.
P. ¿Qué previsiones maneja para la temporada de verano? ¿Y para el cierre del 2024?
R. Es verdad que la tecnología hoy en día permite que el producto de nuestras agencias receptivas sea ofertado a través de cualquier OTA o incluso de manera directa, pero nuestro enfoque principal suele ser siempre ser suministradores de la turoperación o incluso formar parte de ella. Y las estadísticas ahí están, la turoperación goza de una excelente salud. El 34% de nuestros visitantes vendrán con un paquete, y otros tantos que no refleja este estudio vendrán por contrato vinculante o la suma de servicios separados, de los que muchos serán prestados por nuestras agencias receptivas. Además, algo muy destacable es que a pesar de la caída de FTI la confianza entre los consumidores alemanes (principal mercado emisor de Mallorca) sobre los paquetes turísticos no se va a ver afectada y cada vez está en auge. Los consumidores prefieren estar en contacto con agente para contratar sus vacaciones. Y si el fondo de garantía alemán que tiene que cubrir el reembolso de las vacaciones no disfrutadas actúa con agilidad y eficiencia, esto aún ayudará más a que los que nos visitan, lo hagan a través de paquetes turísticos, lo que se traducirá en que la demanda de nuestros servicios se irá incremento en los próximos años.
En resumen, auguramos un excelente verano para el sector de las agencias receptivas, aunque aún sea pronto para hacer cálculos porcentuales de este año en curso.
Como denominador común, tanto emisoras como receptivas, siempre estamos a expensas de estos movimientos geopolíticos y conflictos bélicos, que, a pesar de ser una amenaza, ha quedado patente que las ganas de viajar han suavizado y normalizado todas estas noticias que nos acechan todos los días. La seguridad de un destino sigue siendo crucial para la elección de los viajeros, pero si antes el radio de preocupación se extendía a miles de kilómetros, ahora somos capaces de viajar a regiones colindantes sin que ello se perciba como una amenaza. Desbordan las ganas de salir de viaje, lo que hará, que, si nada se tuerce en este aspecto, el 2024 sea un año de récord indiscutible. Quedará por ver, que consecuencias van a tener estos movimientos de turistas en el mundo y que capacidad de absorción que tendrán los diferentes territorios ante el impacto de este turismo de corrientes y masas.
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