21 años atrás respondiendo como Consultor a una interrogante de la empresa española Emce, Villalba aconsejó la realización de este emprendimiento y el directorio lo aprobó pero le advirtieron que estaba sujeto a que alguien aceptara radicarse allí para conducirlo y ante la incredulidad de las autoridades de la empresa, él dijo que contaran con él.
M´Bopicuá en voz indígena es "Cueva de murciélagos" y fue precisamente a éstos a quienes tuvo que hacer salir Villalba de la vieja estancia, para radicarse allí con su familia y encarar la maravillosa obra que nos presentó en forma exclusiva, con la sabiduría de los grandes que generalmente, son muy humildes, como Juan.
En el predio se encuentran tabién las ruinas del Saladero M Bopicuá que fueron parte del establecimiento saladeril llamado “Los Bopicuaces” o “Mbopicuá” a causa de la denominación del arroyo que desagüa en el Río Uruguay.
El establecimiento se crea hacia 1870 cuando Don Gébari Elía, propietario de la también importante estancia Caracoles (situada a unos 20 kilómetros al sur de Fray Bentos, sobre la costa del Río Uruguay), compra a Don Gregorio Haedo unas 3400 hectáreas de campo.
Portal de América - por Sergio Antonio Herrera