A excepción de las consecuencias que podrían traer marejadas ciclónicas y fuertes aguaceros, para el sur de la Florida lo difícil ya quedó atrás. Ahora roguemos para que no haya nada que lamentar en el resto del estado y sobre todo en las Carolinas, y para que nuestros vecinos en las Bahamas logren superar la catástrofe que está dejando Dorian a su paso.
En diálogo con nuestro corresponsal nos dijo: "El cielo está gris, hay hojas y ramas caídas y las ventanas aún están cerradas, pero ya pasó lo peor. El huracán está rumbo al norte. El problema ahora lo pueden tener las Carolinas (del Sur y del Norte) y Georgia, pero en la Florida ya zafamos".
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