Esta presión a la que se refiere Molas se enfoca más que todo en la reservas de fin de temporada, porque, según explica: “Las ventas para septiembre y octubre no tienen tanta fuerza y de ahí la presión a los hoteleros para recuperar las ventas no producidas”.
Al respecto, pone un ejemplo y son las 6,9 millones de plazas aéreas previstas para Canarias este año, pero, insiste, “en este momento hay 417.000 mil menos en relación con el año pasado (200.000 menos en Fuerteventura, 100.000 menos en Gran Canaria, 80.000 menos en Tenerife y 41.000 menos en Lanzarote)”. Los precios hoteleros también han bajado en el archipiélago canario “entre un 10% y un 15% respecto a 2018”. Con todo, Molas advierte que esto no afectará la rentabilidad al cierre de 2019.
Finalmente, el presidente de la patronal hotelera ha querido puntualizar que algunos touroperadores, debido a la contratación de plazas aéreas concretas para los meses de julio, agosto y septiembre, “tienen cierta prisa en vender cuanto antes esas plazas de avión porque el mayor riesgo lo tienen en el aéreo, que lo tienen ya comprado”.
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