Punta del Este, mezcla de la exclusividad de los Hamptons y los rascacielos de Miami Beach, ha sido por mucho tiempo uno de los lugares preferidos de los millonarios del continente en busca de sol y olas en una nación segura y hospitalaria. Sin embargo, desde la pandemia, se ha producido una gran afluencia de extranjeros ricos —incluidos estadounidenses y europeos— que compran casas en la zona gracias a las generosas exenciones fiscales y como póliza de seguro contra la polarización política en el hemisferio norte.
Los gestores de patrimonio siguen el dinero, lo que ha llevado a las empresas a aumentar sus dotaciones en Uruguay. Los acaudalados recién llegados han motivado la construcción de lujosos proyectos inmobiliarios, una clínica de alta gama y una nueva terminal de aviación privada.
Puente, una corredora enfocada en América Latina, abrió una oficina en el histórico barrio peninsular de Punta del Este después de la pandemia que actualmente atiende a unos 450 clientes que viven en la zona todo el año o parte de él, según Nicolás Cristiani, responsable local de gestión de patrimonio de la empresa. La firma planea agregar cuatro personas más a su plantilla de cinco este año para satisfacer la demanda, indicó.
“Los clientes están valorando mucho más que hace dos o tres años que tengamos una oficina física acá para venir a reunirse cara a cara, poder tomar un café”, sostuvo Cristiani en una entrevista.
El auge de Punta, como se conoce a este destino de la costa atlántica, marca un resurgimiento de la gestión de patrimonio en Uruguay, que sufrió un éxodo de empresas a mediados de la década de 2010 debido a recortes de costos y al creciente escrutinio regulatorio. El número de empresas de gestión patrimonial en el país pasó de 155 en 2020 a 174 a finales de 2023, según datos del Banco Central del Uruguay. Los clientes aumentaron un 80%, llegando a cerca de 49.400, y los activos crecieron un 29%, hasta US$37.200 millones, durante el mismo periodo.
Los competidores de Puente no se quedan atrás. Latin Securities llegó a finales de 2022, mientras que Gletir Corredor de Bolsa, con sede en Montevideo y administra unos US$1.500 millones, inauguró una oficina con dos personas en abril pasado. La filial del Banco Santander en Uruguay planea reforzar sus operaciones de banca privada en Punta este año, donde cuenta con un equipo dedicado de cuatro personas, según Andreina Roux, responsable de gestión de patrimonio y seguros del banco.
Balanz Capital planea llegar a Punta dentro de tres años para hacer negocios con argentinos, brasileños y europeos adinerados, según adelantó en una entrevista Juan José Varela, CEO de la empresa en el país. Balanz inauguró en 2023 su segunda oficina en Argentina en el lujoso barrio privado de Nordelta, en Buenos Aires, que podría servir de modelo para Punta del Este, señaló.
“Cuando apostamos a un lugar, apostamos fuerte”, afirmó Varela. “En Nordelta hicimos oficinas grandes. Seguramente el día que nos instalemos en Punta del Este, lo vamos a hacer previendo un posible crecimiento también”.
Uruguay, país de 3,5 millones de habitantes que limita con Argentina y Brasil, destaca en América Latina por su alto ingreso per cápita y su buena gobernanza. Su estabilidad política quedó evidenciada en las elecciones presidenciales de noviembre, en las que compitieron candidatos tradicionales en lugar de outsiders disruptivos. El presidente Luis Lacalle Pou, cuyo partido de centro-derecha perdió ante el candidato de izquierda Yamandú Orsi, se ha comprometido a garantizar una transición tranquila.
La aversión de Uruguay a las aventuras políticas radicales está dando frutos. Google eligió el año pasado al país para instalar un importante centro de datos, mientras que los multimillonarios fundadores de las mayores empresas tecnológicas de la región tienen casas en Montevideo y Punta del Este.
Las conversaciones de dinero en Uruguay se realizan en entornos diferentes a los de centros más tradicionales como Nueva York y Londres. “Es muy común que los clientes te inviten a su chacra o a su casa al frente de la playa a comer y charlar ahí sobre inversiones y negocios”, dice Cristiani, que atiende a los clientes de Puente en sus yates, en la cancha de tenis o en asados. También contó que una vez estuvo pisando uvas en una bodega con inversionistas.
Los clientes adinerados de Punta también están más dispuestos a trabajar con varios gestores de dinero, a diferencia de los de Montevideo, que tienden a quedarse con un solo asesor financiero, sostiene Gastón Beker, que dirige la operación local de Gletir. “Aquí tenemos la oportunidad de captar más clientes, especialmente argentinos y brasileños”, señaló en una entrevista en su oficina del distrito peninsular.
Punta del Este está enclavado en Maldonado, el departamento de mayor crecimiento de Uruguay, donde la inmigración interna y extranjera contribuyó a aumentar la población en casi 41.000 personas en los últimos doce años, hasta unos 213.000 habitantes en 2023, según el último censo. La afluencia de residentes más adinerados está transformando gradualmente a Punta del Este en una ciudad para todo el año, lo que a su vez está estimulando las inversiones en servicios médicos, inmuebles comerciales y transporte aéreo.
En 2024, el Hospital Británico, de primera categoría en Uruguay, puso la primera piedra de su primera clínica en Punta del Este, en un terreno de 9.641 metros cuadrados en el barrio Beverly Hills de la ciudad. En el distrito peninsular, la torre de oficinas de 27 pisos de la marca World Trade Center que domina el horizonte se inaugurará en el cuarto trimestre de este año, según Carlos Lecueder, que lidera a los inversionistas que respaldan el proyecto de US$55 millones. Lecueder cree que las empresas argentinas y brasileñas serán sus principales inquilinos.
Aeropuertos Uruguay, por su parte, inauguró en diciembre su nueva terminal para taxis aéreos y aviones privados en el aeropuerto internacional de Punta del Este, señaló Damian Pera, gerente corporativo de aviación general de la empresa. La terminal, que triplica con creces el tamaño de las antiguas instalaciones, refleja el crecimiento de los viajes aéreos fuera de temporada en la zona. “Empezamos a ver que necesitábamos empezar a dar mejor servicio también durante todo el año”, señala Pera. “Estamos pensando en que esto nos sirva para varios años para adelante”.
Las inmobiliarias también se han lanzado a la construcción de proyectos residenciales para ricos y famosos, aunque algunos no han sido bien recibidos por la población local. Una propuesta para construir edificios de apartamentos en la pintoresca Punta Ballena se topó con el fuerte rechazo de residentes y celebridades que quieren que se declare zona protegida. Pero esta batalla es más la excepción que la regla en una zona cuya economía local depende de la construcción y los servicios.
El año pasado, inversionistas uruguayos y argentinos pusieron la primera piedra de El Nido Beach & Surf Homes, un exclusivo barrio privado de US$80 millones situado a 20 minutos en auto de Punta del Este. Entre sus atractivos se incluye una piscina de 2,5 hectáreas con playa de arena y un generador de olas artificiales para practicar surf. Según Federico Fischer, inversionista de El Nido, el desarrollador tiene previsto terminar el barrio cerrado de 72 hectáreas a mediados de 2026.
El hotel, el casino y el centro de eventos que forman parte del proyecto de US$500 millones de la empresa inmobiliaria italiana Cipriani con vistas a la playa Brava de la ciudad están tomando forma, con la intención de abrir a finales de 2025. La primera de las tres torres residenciales, de entre 30 y 60 pisos, debería estar lista a mediados de 2027. Según Cipriani, los precios empiezan en US$1,7 millones para las unidades más pequeñas y llegan a casi US$17 millones para un penthouse dúplex.
El ambiente internacional de Punta del Este y la escasez de productos inmobiliarios de lujo ayudaron a convencer a Cipriani de seguir adelante con el proyecto, que se extenderá hasta principios de la década de 2030, señaló su director ejecutivo, Giuseppe Cipriani. “A lo largo de los últimos 30 años, he visto todo tipo de gobiernos. En realidad, nada ha cambiado mucho”, afirmó en una entrevista. Esa estabilidad, agregó, “ayuda mucho cuando uno piensa en invertir mucho dinero”.
Nota original: Wealth Managers Flock to South American Beach Haven for the Rich
— Con la colaboración de Paulina Munita
Portal de América - Fuente: Bloomberg