PARQUE ESTATAL DE RED ROCK, SEDONA (ARIZONA)

Entre verdes prados, enebros y manzanitas, cruzan senderos y un arroyo que alimenta las plantas y la fauna silvestres de Sedona. Así es el parque de Red Rock, una belleza natural que se completa, en contraste, con las enormes formaciones rocosas de color rojizo. Muchos acuden por el paisaje, para hacer senderismo o por el turismo con un enfoque en educación ambiental (llamémoslo también ecoturismo), y también está quienes llegan en búsqueda de una conexión espiritual.

Aquí existe un pequeño spot mágico donde sentir un vortex de energía. Es el vortex de Red Rock Crossing, que forma parte de Oak Creek, y desde donde gozar de unas vistas únicas de la roca Cathedral. Se pueden encontrar grupos de meditación para conseguir conectar con el “ser superior”, ya sea en meditación sentada, caminando en un jardín laberíntico o en una ceremonia de Rueda Medicinal. Viaja a Sedona, sumérgete entre el verde y rojo del paisaje de Red Rock y ¡conecta con una energía única!

Vistas a Cathedral Rock desde Red Rock Crossing en Sedona. All Canada Photos / Alamy Stock Photo

BALI, INDONESIA

Los mejores meses para viajar a este paraíso tropical son abril, mayo, septiembre y octubre, donde la isla, destino con gran afluencia, no está tan congestionada, y los hoteles, villas y vuelos pueden encontrarse a un precio más razonable a pesar de la alta demanda. ¿Por qué? ¿Qué atrae tanto de Bali? Para empezar, su clima tropical y sus playas paradisíacas, seguido por un ambiente relajado y unos habitantes felices, además de prácticas como el surf o el yoga. A esto se suman los retiros espirituales, muchos de ellos de lujo.

En Ubud, considerado centro espiritual de la isla, se pueden vivir algunas experiencias como el lujo cuidado del retiro de bienestar Guided by Gratitude del Four Seasons Resort Bali at Sayan. “Cuidadosamente curado por la mentora de bienestar residente y antigua monja budista, Heni Ferawati, este retiro transformador es para aquellas personas que necesiten tomarse tiempo para restablecer la paz y fortaleza interiores. El programa, que se ofrece todo el año, incluye una variedad de técnicas de meditación, rituales, yoga y tratamientos de spa. Profundice la conexión consigo mismo y con la Madre Tierra y aprenda nuevas habilidades para continuar su viaje de vida en casa”, reza la invitación desde el Four Seasons. Otros ofrecen yoga y actividades espirituales a las que se añade la visita a templos, como propone Pranaluz para celebrar el Año Nuevo balinés. Sea solo yoga o un retiro deluxe, es la mejor manera de resetear.

NEPAL

En Asia, confluyen muchos destinos místicos. De hecho, esta zona del mapa atrae a buen número de occidentales por la conexión con la naturaleza y con disciplinas espirituales que se alejan del rigor de la religión conocida desde este lado del mapa. Con el fondo de las montañas del Himalaya y mundialmente conocido por sus templos hindúes y budistas, Nepal lleva décadas siendo un lugar de recogimiento.

“Un retiro para ti, que buscas una manera diferente de viajar. Crearemos espacios de crecimiento y reflexión, para que compartas tus inquietudes con el grupo así como para trabajar en ti”, prometen en Viajes Transformacionales. Este viaje exclusivo con vocación de cambio cuenta con el acompañamiento de maestros locales de yoga y meditación pensado para marcar un antes y un después en la vida del viajero. Con un marco de lujo, en hoteles 5 estrellas y cuidando todos los detalles para que solo te preocupes de vivir esta experiencia.

Gumba, Nepal. Nepal es popular por sus templos y el telón de fondo que los adorna. Tika Regmi / 500px / Getty Images

STONEHENGE, SALISBURY (INGLATERRA)

Este monumento, vinculado a la magia desde tiempos inmemoriales, data de finales del Neolítico y tiene más de cinco mil años de antigüedad. Y por muchos motivos, Stonehenge se considera un lugar con una energía especial. Los expertos no se han puesto de acuerdo en cuál era el propósito de este gran círculo formado por dólmenes de piedra cuya avanzada construcción sigue sorprendiendo a día de hoy.

Se cree que se levantó con una finalidad especial debido a la dificultad y la inversión de tiempo y esfuerzo. Lo que sí se sabe es que Stonehenge está alineado con el sol, tanto en el solsticio de verano como en el de invierno. Y esto no es azaroso ya que en el Neolítico, la vida se regía por la agricultura y por los periodos de cosecha. Hoy es común viajar hasta aquí al inicio del verano, entre el 21 y el 24 junio, para celebrar que el sol alcanza el punto más alto en el firmamento.

MONTE KURAMA, KIOTO (JAPÓN)

En un viaje a Japón hace unos años, en uno de los templos de Kioto, caminando por múltiples senderos entre árboles, sentí una conexión espiritual como nunca en mi vida. Los japoneses tradicionalmente se han adherido a la religión sintoísta, vinculada a la naturaleza donde se venera a espíritus sobrenaturales. Tiempo después también se extendió el budismo por el país.

Al noroeste de Kioto, ciudad que un día fue la capital de Japón, se encuentra el monte Kurama. Conocido por la tranquilidad que se experimenta en su entorno, se cuenta que aquí se retiró Mikao Usui, el fundador del Reiki, con la intención de ayunar y meditar y, después de 21 días, alcanzó la iluminación.

En este monte, se celebra el festival del fuego de Kurama cada 22 de octubre, y la ceremonia del corte del bambú el 20 de junio, en agradecimiento por el agua y como símbolo de la destrucción del mal. Aquí se pueden visitar los santuarios o el templo Kurama, simplemente caminar para conectar con la naturaleza, o relajarse en uno de los onsen, los baños termales al aire libre típicos de Japón.

Templo Kurama en el monte Kurama, Japón. Cualquier rincón del templo es mágico. David Emrich / Unsplash

RISHIKESH, INDIA

Si hay un destino espiritual por excelencia para muchos es la India. Cuna del yoga, no son pocos los que vuelan hasta estas tierras para acudir a talleres o seminarios de formación o a retiros con programas muy completos. Por sus templos, ríos o lugares de valor espiritual, se pueden elegir muchos puntos en este vasto país, pero uno de los principales se encuentra en el norte, bajo el Himalaya: Rishikesh, ciudad sagrada de peregrinación para los hindúes.

En uno de los múltiples ásrhams, nombre que reciben los centros donde realizar estos retiros y cursos de yoga, se puede asistir a talleres. Entre los más demandados están los intensivos con una duración de un mes o cinco semanas con seis u ocho horas de clases al día. Adentrarse profundamente en esta disciplina, además de aprendizaje, conlleva cuidar cuerpo, mente y alma.

TAILANDIA

Rivalizando con la India en espiritualidad, o con Bali en exotismo, playas de ensueño y clima tropical, Tailandia casi gana por ser para muchos uno de esos destinos elegido para un turismo “más allá”. La amabilidad de sus gentes, sus paisajes y cultura, atraen como un imán al turismo tradicional. Para aquellos que quieren hacer además un viaje interior, este es uno de los países con más templos del mundo donde, además, se pueden encontrar abundantes retiros de meditación o yoga a lo largo del año.

Abundan las webs que despliegan distintos programas y experiencias en este país del sudeste asiático, con una duración desde una docena de días hasta más de un mes, la mayoría en Phuket. La isla, con una costa de formaciones rocosas y vegetación surgiendo del agua, parecida al escenario natural donde se rodó La playa con Leonardo DiCaprio, y con unas coloridas casitas de estilo chino-portugués, respira un exotismo encantador. Desde aquí, se propone bajar las revoluciones, conectar con maestros espirituales, con la naturaleza, desconectar de la tecnología, alimentarse de forma sana, y la meditación y el yoga. La aspiración es la misma: un viaje de sanación interno.

Phuket, Tailandia. La isla de Phuket es el paraíso. Gam1983 / Getty Images

LAGO TITICACA, PERÚ Y BOLIVIA

Entre los muchos destinos que existen en América, viajamos al inmenso lago Titicaca. Frontera entre Perú y Bolivia, este lago de tres millones de años de antigüedad es el más alto del mundo. Su misticismo enlaza con la mitología inca, civilización para quienes era un lugar sagrado porque allí se creó el ser humano: era el lugar de origen y al que regresarían los espíritus tras morir. También se dice que allí nació Manco Capac, fundador de la primera dinastía Inca.

Un paisaje majestuoso y una fauna vastísima –se han identificado 116 especies– lo convierten en un enclave mágico, donde conectar directamente con ella y con uno mismo. En las islas del Sol y la Luna se siente una energía especial. En la primera, durante el periodo inca, estaba el templo del Sol llamado Inti, y en la segunda, se encontraba el templo Iñakuyu, donde habitaban las vírgenes del Sol dedicadas a distintos oficios. Ambas se pueden visitar, para disfrutar de su paisaje y adquirir artesanía local, y en la del Sol además, se realizan algunos rituales. Una manera de conectar con culturas ancestrales.

El lago Titicaca está vinculado a la cultura inca. Hugh Sitton / Getty Images

SANTIAGO DE COMPOSTELA, GALICIA (ESPAÑA)

No nos olvidamos de tierras patrias y un lugar de peregrinación desde hace siglos, el Camino de Santiago. Culmina en Santiago de Compostela y atrae a peregrinos de todo el mundo, religiosos o no. El camino supone un momento de encuentro con uno mismo, además de una experiencia única de superación y de conexión con otros. Esta ruta antigua con caminos que vienen de Francia, Portugal y distintos puntos de la península, sea por la costa o el interior, abre a la conexión, la reflexión y la transformación. Un viaje para la mente y el alma. Y cada peregrino que llega a la plaza del Obradoiro lo experimenta de formas distintas pero con la misma intensidad, con la emoción de haber superado cada etapa para alcanzar el destino.

En Viajes Transformacionales proponen una camino diferente, “el lujo de una peregrinación mindfulness que incluye la práctica de la atención plena, yoga, meditación guiada y ejercicios de coaching, que aportan al autoconocimiento y la transformación”. Como dicen quienes lo han recorrido, “el camino no se anda, se vive”.

PICO DE ADÁN O SRI PADA, SRI LANKA

Entre la frondosa selva, al suroeste de las Tierras Altas y en lo alto de una montaña de más de 2000 metros de altitud, se encuentra un lugar de peregrinación que pone de acuerdo a budistas, hindúes y musulmanes. En las noches de luna llena de los meses entre diciembre y abril, la ladera de este monte serpentea con luces y caminantes que ascienden para llegar a la cumbre al amanecer, momento en que los monjes del templo budista hacen arriba un pequeño ritual.

Esta montaña se conoce popularmente como Pico de Adán por su nombre en inglés de cuando llegaron los colonos británicos, Sri Pada en cingalés o Smanalakande, que significa “montaña de mariposas” por el gran número de este animal que va a morir a lo alto de la montaña. Se ha convertido en lugar sagrado por la reliquia que alberga: una roca con forma de huella.

Entre leyendas, cada religión cuenta su historia. Para los budistas, Buda dejó su huella en su ascenso al paraíso; para los hinduistas tamiles, fue Shiva; y para los musulmanes, Adán, tras ser expulsado del cielo. Posteriormente, los cristianos, con la llegada de los portugueses a la isla, dijeron que se trataba de la huella del apóstol Santo Tomás. Lo que no cabe duda es el enorme atractivo natural y “mágico” de esta montaña.

El Pico de Adán, en Sri Lanka, guarda una historia distinta para cada religión. Solovyova / Getty Images

Portal de América - Fuente: Condé Nast Traveler