Según revelan datos de STR difundidos por Expansión, esta cifra casi duplica en número a la suma conjunta de las 10 principales compañías hoteleras. Grandes nombres como Accor, Marriott, IHG, Hilton, Whitbread, BW, Radisson, Louvre, B&B y Wyndham, apenas suman 1,1 millones de camas (12,8%), es decir 1,7 veces menos.
Este desmadre ha llevado a muchos destinos a tomar cartas en el asunto para reducir la oferta de Airbnb. El caso más sonado es el de Nueva York, que, desde el 5 de septiembre prohíbe el alquiler de apartamentos enteros por menos de 30 días. Un movimiento que ya ha tenido sus frutos, ya que ha disparado los precios hoteleros entre un 10-20% en los principales distritos por el incremento de la demanda.
Incluso Bruselas ha decidido entrar en acción con una normativa que exigirá el registro de alojamientos turísticos en estas plataformas de alquiler de corta duración. Cada alojamiento publicado en la web deberá tener un número de registro, permitiendo a los Estados miembro conocer la identidad real del anfitrión, y si cuenta con todas las licencias pertinentes.
Una medida que ha sido apoyada por la patronal hotelera europea, Hotrec, que considera que “todos los estados de la UE deberían implementar el Reglamento en sus sistemas legales”. Hasta ahora, era “injusto competir con alojamientos a los que actualmente ni siquiera se les exige presentar conjuntos básicos de datos”.
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