Bienvenidos a la Selva Negra asturiana
Lunes, 16 Octubre 2023

La selva negra asturiana Taramundi, pizarra negra entre riachuelos. La selva negra asturiana Taramundi, pizarra negra entre riachuelos.

En ocasiones en la vida hay que arriesgar. Eso es lo que a menudo nos pasa por la cabeza a los apasionados del turismo rural al buscar los lugares más recónditos del mapa. Es hablar de los concejos casi despoblados de Asturias y dan ganas de hacer las maletas casi cualquier día del año. Pero esta vez vamos un poco más allá, muy cerca de la provincia de Lugo. Hemos decidido perdernos por el valle del Turía, en el pulmón verde más salvaje de Asturias. Hemos llegado a Taramundi.

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El pueblo de Taramundi fue pionero en materia de turismo rural. El primer hotel rural inaugurado en España fue el Hotel La Rectoral de Taramundi, ubicado en el centro del pueblo y que vio la luz allá por el año 1986. Desde entonces y casi cuatro décadas después, las aldeas que conforman el concejo de Taramundi son un referente a nivel europeo y demuestran, una vez más, que el turismo rural es una de las mejores formas que hay de viajar.

La Rectoral de Taramundi
La Rectoral de Taramundi, abierto en 1986.La Rectoral de Taramundi

RUTA DE ALDEA EN ALDEA

Taramundi presume de ser uno de los destinos rurales más demandados por los viajeros, batiendo récords cada año según los datos de los diferentes portales de reservas de alojamientos rurales. Porque Taramundi es un pueblito que parece sacado de una postal, entre montañas de verde rabioso y cascadas salvajes que bien nos permitiría la licencia de bautizar estas tierras que pisamos con el nombre de la Selva Negra Asturiana.

A diferencia de otros muchos destinos rurales, una escapada a Taramundi no tiene quizás el componente de toneladas de historia en forma de arquitectura y arte. Realmente no es lo que llama la atención de este pueblito asturiano que nos recibe entre casas de piedra y pizarra, con el sonido del agua escabulléndose entre los molinos y un aire que no ha visto la contaminación ni de lejos.

La experiencia hay que vivirla de aldea en aldea, partiendo de Pardiñas, que nos saluda a la entrada con una inmensa navaja, un monumento que da tanto juego como la Torre de Pisa en materia de creatividad al posar frente a la cámara. Porque Taramundi es bien conocido por la artesanía de sus navajas en madera de boj, y muestra de ello es la Casa Museo de la Cuchillería, un recorrido por un arte que lleva arraigado en estas tierras desde hace más de tres siglos. En el interior se guarda a buen recaudo una de las colecciones más valiosas de navajas de nuestro país. ¡No todo iba a estar en Albacete!

Molinos de agua Taramundi Asturias
Molinos de agua, Taramundi, Asturias. Getty Images

Siguiendo la estela del río Turía (no confundir con el Turia que desemboca en Valencia, que no lleva tilde), seguimos por una carretera que escupe verdor por todas partes y que nos conduce hasta el mismo Taramundi. En Taramundi pueblo podemos dar una vuelta por sus calles empedradas y mezclarnos con los parroquianos. De estar abierta la Iglesia de San Martín, la única que hay en el pueblo, podéis aprovechar para echar un vistazo y disfrutar de este templo de principios del siglo XVIII que tiene cuatro bonitos retablos, dos de ellos de estilo rococó.

Pero es el olor a pan de pueblo recién hecho el que os llevará de cabeza al obrador de la Panadería La Nueva (Galicia 16), en el centro de la localidad. En este pequeño horno se elaboran unas empanadas y unos bollos preñaos que en temporada alta se venden como rosquillas. El pan es muy crujiente, de corteza tosca y miga consistente, de esos que desembocan en bocadillos de digestión lenta y placentera.

Con el tentempié en la mano, lo suyo es continuar el camino hacia el sur, dirección Mazonovo, para hacer la Ruta del Agua. Esta preciosa senda nos introduce en el corazón de la Selva Negra asturiana, en un recorrido que nos llevará aproximadamente una mañana entera si queremos disfrutarla en toda su plenitud. El punto donde se funden los ríos Cabreira y Turía es donde se encuentra uno de los lugares más singulares de esta ruta.


cascada del Arroyo de la SalgueiraCascada del Arroyo de la Salgueira.Turismo Taramundi

Se trata de los Molinos de Mazonovo, un espacio donde se han recuperado molinos centenarios que, hoy en día, bien podrían estar a pleno rendimiento. Los molinos de agua forman parte del ADN de este rincón tan mágico de Asturias, actualmente convertido en museo, y que han contribuido junto al trabajo de los cuchilleros a que Taramundi obtenga la denominación de Zona de Interés Artesanal. Atravesar los pasos de agua mientras se oye la madera crujir al dar cada paso es como atravesar un portal hacia una dimensión perdida siglos atrás, donde ni se tenía ni se quería contacto con el mundo exterior.

Desde aquí, nuestra hoja de ruta se divide en dos. Podemos subir directamente de nuevo a Taramundi o, por otro lado, seguir el curso del Turía hacia Esquíos hasta llegar a la impresionante cascada del Arroyo da Salgueira. Este increíble salto de agua de cincuenta metros es probablemente la cascada más impresionante de Asturias. Hay que buscarla entre robles y castaños centenarios; un torrente de agua que ha visto crecer generaciones enteras bajo el abrigo de la Reserva de la Biosfera de Oscos Eo.

Muy cerca de aquí, y si da tiempo antes de la hora de comer, hay que visitar el bonito Museo Etnográfico de Esquíos. A pocos metros, siguiendo el camino se llega a la minúscula y recuperada aldea de Os Teixois, un conjunto de edificaciones que recrean una central hidráulica y que están reconocidos como Bien de Interés Cultural desde el año 2005. El conjunto en sí se encuentra en un estado de conservación increíble, incluso los mazos y los batanes que se empleaban para golpear las telas en otros tiempos. Sin duda es un viaje al pasado que hay que experimentar una vez en la vida.


Os TeixoisOs Teixois. Alamy

COMER EN EL BOSQUE…

Desde Os Teixois podemos seguir la Ruta del Agua para volver a Taramundi o quedarnos a comer. Porque las dos mejores opciones para comer están justo aquí:

Los Arándanos. Imaginad lo que puede ser ir al bosque por arándanos y encontrártelos en salsa acompañando un solomillaco de ternera, con un surtido de quesos de la tierra y un arroz con leche para terminar el festín. Esto sucede en Los Arándanos, un restaurante que ha dado una vuelta de tuerca al concepto de cocina asturiana tradicional aprovechando su enorme plantación propia de frutos del bosque. Ahora que se avecina la temporada de la castaña, la mesa de Los Arándanos se convierte en una fiesta. (Almallos, s/n)

Mesón de As Veigas. Es la otra gran opción para comer en Taramundi. El restaurante de As Veigas es muy modesto, mimetizado con las casas de piedra que conforman el complejo. Aquí se viene a comer fabada y chorizo a la sidra y no dejar de mojar sopas con ese delicioso pan de pueblo procedente del horno de leña cercano. Cuando el frío arrecia, la chimenea permite comer frente al fuego, como antiguamente, inundados por la fragancia de la madera vieja de las vigas del techo, de los taburetes y de las mesas.

Además, para pasar noche lo mejor es reservar en alguna de las casas rurales que hay en la aldea de As Veigas, antiguas casas tradicionales asturianas que se han transformado para atender a viajeros de todo tipo. Allí los amaneceres son diferentes, en muchas ocasiones bajo una niebla gris, pero con el frescor del aroma de la tierra húmeda y la paz de un silencio sepulcral. Es turismo de desconexión, es turismo ecológico y es turismo gastronómico. No podemos pedir más.

Portal de América - Fuente: Condé Nast Traveler

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