Cuatro meses después, el 23 de febrero del presente año, Globalia acordaba la venta de su participación en Air Europa (el 80%) a la matriz de Iberia, International Airlines Group (IAG), por 400 millones de euros.
Ambas operaciones (la segunda está sujeta a la aprobación de las autoridades de Competencia), han supuesto para Globalia la pérdida de sus joyas. Y parece que Be Live, su cadena hotelera, correrá la misma suerte. La familia Hidalgo ya cerró la venta de algunos de sus hoteles al fondo suizo Stoneweg, así como el traspaso de la gestión de los resorts de Dominicana a Hyatt.
Una imagen que escenifica a la perfección el declive del que fuera uno de los grupos turísticos punteros del país es la que acompaña a esta información. En ella se puede ver el estado actual de la entrada de las oficinas de Globalia en Llucmajor. Los rótulos de las marcas que formaron parte del conglomerado empresarial, la mayoría de ellas en manos de terceros, se encuentran totalmente deteriorados.
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