El ABC de Madrid informa que en el hotel había 22 turistas, entre ellos dos niños. Se han podido extraer cuatro cadáveres. Dos personas que, en el momento de la llegada del alud se encontraban fuera del hotel, han logrado salvarse: Giampiero Parete y Fabio Salzetta pudieron refugiarse en un coche, lanzar la alarma y advertir de lo sucedido. «Me he salvado porque fui a coger una cosa al coche», ha manifestado a los médicos Giampiero Parete, 38 años, añadiendo: «Cuando llegó el alud me vi sumergido en la nieve, pero logré salir. El coche no fue cubierto y ahí esperé la llegada de los socorristas. Mis dos hijos y mi mujer están dentro del hotel sepultado», manifestó Parete, que fue asistido por personal de reanimación porque se encontraba en estado de hipotermia.
Imponente avalancha
El hotel Rigopiano se encuentra en la montaña de Farindola, pueblo de 1500 habitantes en la provincia de Pescara, región de los Abruzzos. La avalancha fue imponente: la masa de nieve, hielo, tierra, árboles y piedras desplazó unos 10 metros la estructura hotelera, situada a los pies del Gran Sasso (2.912 metros), macizo de la cordillera de los Apeninos, en los montes Abruzos. Poco antes de la tragedia, la dirección del hotel había informado que «a causa de las condiciones atmosféricas y de las fuertes caídas de nieve, las líneas telefónicas han quedado interrumpidas». Una pareja que se encontraba en el albergue lanzó este mensaje mediante Whatsapp: «Ayuda ayuda nos estamos muriendo de frío». El presidente de la provincia de Pescara, Antonio Di Marco, manifestó que «se han salvado las dos personas que lanzaron el mensaje de ayuda».
Ambulancias bloqueadas
Los primeros socorristas lograron con heroicidad llegar con esquís al hotel a las cuatro de la mañana. Las ambulancias y otros medios de auxilio se quedaron bloqueados a unos 9 kilómetros del hotel, a causa de la nieve, al menos dos metros, que ha caído en los últimos días. Otras avalanchas de menor entidad han arrastrado hasta las carreteras árboles, piedras y nieve haciendo muy complicado el paso de los medios de socorro. Protección Civil ha advertido: «Se necesitarán horas hasta que los medios mecánicos lleguen al hotel Rigopiano».
Los equipos de auxilio hablan de un escenario apocalíptico: «Un trágica mezcla entre un terremoto y una avalancha ha sepultado el hotel. Excavar es complicadísimo. Llamamos a alta voz, pero ninguno responde», afirman los socorristas.
Durante la noche continuaron las sacudidas, más de 80, después de los cuatro fuertes terremotos que se registraron en la mañana de ayer, entre las 10.26 y 14.33, con magnitud de 5.3 y 5.4, en las regiones de Lazio, Umbria, las Marcas y los Abruzzo.
Portal de América