Almaguer ha señalado que la decisión del Gobierno federal de mantener abierta la embajada y el consulado para gestionar visados es “una señal positiva”, aunque insuficiente para disipar el impacto potencial. El hotelero ha recordado que la industria turística es “extremadamente sensible” a factores externos, y cita como ejemplo las políticas migratorias más restrictivas de Estados Unidos, que también llegaron a frenar la llegada de visitantes.
De acuerdo con información de Quintana Roo Hoy, el empresario ha insistido en que es imprescindible reforzar la promoción turística y “convencer y cautivar” a los potenciales visitantes peruanos para evitar una caída drástica. A su juicio, cualquier conflicto político puede trasladarse rápidamente a la percepción del destino.
Asimismo, Almaguer subraya que cada visitante es clave para el Caribe mexicano. Como ejemplo, mencionó el caso del mercado brasileño, cuyos turistas gastan —según dijo— hasta cuatro veces más que los estadounidenses, pero cuya llegada se redujo tras la imposición del visado. Situaciones similares, añadió, se han repetido en mercados como Perú o Colombia.
El sector espera ahora que la tensión diplomática no frene aún más la recuperación del flujo peruano y que las campañas de promoción ayuden a sostener su presencia en Cancún y el resto de destinos del Caribe mexicano.
Portal de América - Fuente: Tourinews





