por Martín Aguirre

La polémica ya comienza a tener efectos políticos. En el último consejo de ministros quedó claro que el sector más afín al vicepresidente Astori empuñó un tono de mayor firmeza ante las relaciones "carnales" que ha impuesto el Presidente Mujica con Argentina. Y si bien se mantiene el apoyo a la política dialoguista, la misma no parece ya contar con unanimidades absolutas. A tal punto llega la molestia uruguaya, que hasta el canciller Almagro ha llegado a sostener que "las medidas implementadas que implican una restricción no arancelaria, es una violación a los preceptos del Mercosur".

En medio de este debate un episodio generó nuevas interrogantes. Mientras jerarcas uruguayos estaban con un pie en el aeropuerto para viajar a Argentina a negociar la última batería de medidas que afectaban a los exportadores uruguayos, una llamada puso todo en el freezer, y la misión se suspendió sin que trascendieran los motivos. Como si fuera poco, la noticia de que Argentina "vetaba" a algunos negociadores uruguayos, aumentó la incertidumbre sobre lo que está pasando realmente en las conversaciones entre ambos países y el "griterío chauvinista", a decir del Presidente Mujica, de quienes reclaman mayor firmeza en las negociaciones.

Para aumentar la confusión, en medio de este panorama, de unas declaraciones duras del presidente de la Cámara de Industrias, Washington Burghi, que incluso planteó acudir a la OMC, y versiones de que las trabas argentinas podrían empezar a afectar a los servicios, se informó que el déficit comercial con el vecino cayó el mes pasado, al crecer las exportaciones y caer las compras. Según los expertos el fenómeno se habría dado porque ante la inminencia de nuevas trabas, se habrían adelantado muchos negocios ya pactados.

Y con Brasil las cosas tampoco son sencillas. La exportación de textiles y de vehículos ha enfrentado crecientes problemas debido a la acusación de que no cumplen con el porcentaje mínimo de trabajo local. Y un producto esencial como la leche en polvo también ha tenido problemas ante acusaciones de "triangulación" de otros países. Pero la situación, como las propias autoridades brasileñas se han encargado de explicitar, es bien diferente a lo que pasa con Argentina. El país norteño se ha mostrado proclive a encontrar soluciones legales, que impliquen certezas importantes a futuro para industriales y exportadores, mientras que con Argentina todo suele depender de vínculos personales y negociaciones sin garantías.

La raíz de la diferencia probablemente esté en que Brasil está enfrentando problemas similares con el gobierno argentino, enfrascado en una política de "sustitución de importaciones" al estilo de los años 50, y quiere marcar que lo suyo va por otro camino, más predecible y confiable. Mientras todo esto ocurre en el flanco diplomático, la noticia más alarmante es que en enero la cifra de trabajadores en seguro de paro alcanzó los 28.650, el máximo registrado desde marzo de 2009. Algo que alerta de que pese al clima de "exuberancia irracional" de la economía uruguaya, si no se encuentran alternativas reales y urgentes para la producción nacional, los problemas pueden estar a la vuelta de la esquina.
La frase I

"El gobierno siempre dice que dialoga. Sin embargo, no vemos los resultados concretos". Roberto Rey, Asociación de Cámaras de Comercio Binacional.
La frase II

"Tenemos que ser conscientes de la gravedad del tema, pero no hay otro camino que tener paciencia y tolerancia, seguir encarando con mucha profesionalidad." (Danilo Astori)
El dato

En 2011 las exportaciones de Uruguay superaron récords históricos alcanzando los US$ 8.022 millones. Pero se debió al aumento de precios ya que en volumen cayó respecto a 2010.

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