Señorío en Iberia, ‘seny’ en Spanair
Martes, 24 Enero 2012

El presidente de Iberia se arrancó este lunes con una declaración incendiaria contra Spanair. Recordó a cuando en el Congreso de los Diputados arremetió contra el modelo de Aena. Han sido las dos únicas ocasiones en las que se la ha visto alejado de su exquisitez habitual.

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por Fernando Urrea

Cabe deducir que, a su juicio, ambos casos suponen la mayor injusticia del mundo aéreo. Una aerolínea sostenida con dinero público –sí, aunque tengan que devolverlo, pero ahorrándose intereses prohibitivos, e incluso la ejecución de las deudas–, y una red de aeropuertos en las que una cuarta parte están vacíos, y solo una quinta parte son rentables. Y pagado principalmente por compañías como Iberia.

Pero el ataque de Antonio Vázquez a Spanair en una tribuna madrileña, en frente de toda la prensa que intenta sonsacarle alguna palabra a cada acto al que acude, no ha sido, desde luego, el paradigma de la elegancia. Iberia juega en otra liga, y pareció como si el Barça dijera que el Osasuna sigue en Primera porque le ayudan los árbitros.

El señorío ha sido una seña de identidad histórica en Iberia, y Vázquez ha ejercido en el año y medio que lleva como presidente ensalzando esta virtud, no solo por su cuidada estética, sino por la moderación frecuente en su tono.

La respuesta de Spanair ante unas palabras de tal repercusión ha sido comprensible de quien se siente embestido tan duramente sin venir a cuento. Ha recordado la cifra en euros que recibió Iberia del Estado, y lo ha hecho entre constantes menciones a que ellos no hablan sobre sus competidores.

Cierto, Spanair se jacta de que no habla de su competencia, pero la realidad, como se aprecia, no es del todo así. Vueling y ahora Iberia son más aventurados ante los micrófonos, pero Spanair responde entre bambalinas, recordando las subvenciones de la ‘low cost’ y las ayudas del Estado a Iberia. Más sutilmente, sí; que no empieza la pelea, también, pero que no habla sobre la competencia, no.

Iberia recibió una cantidad astronómica del Estado, como ha recordado Spanair, pero, ¿estuvo bien aquello? Si Spanair replica a Iberia con que ellos también recibieron dinero público, es porque parecen creer que no es un cauce de financiación equitativo con el libre mercado. “¿Si ellos lo hicieron mal, por qué nosotros no podemos?”, da la sensación que se preguntan.

El argumento que no admite réplicas y que subyace en esta guerra es el nacionalista. Criticar a Spanair ahora se interpreta como un ataque a Cataluña, es de fachas, es de quien quiere evitar que Barcelona tenga un ‘hub’ intercontinental. Quien lo hace, parece que tiene un oculto sentimiento españolista. Pero el debate no debiera alejarse de lo que son las leyes de mercado, salvo que se reconozca que Spanair es un proyecto político, y que estos fines priman sobre la rentabilidad que mueve a cualquier negocio.

Portal de América - Fuente: www.preferente.com

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