por Ana Bustabad Alonso, periodista de Expreso.Info
Incluso para los que nos quedamos al pie del cañón, da gusto estrenar viernes cada dos días.
Según publicaba precisamente el viernes La Razón, con datos de Lastminute, estos días concentran un 39% más de reservas hoteleras que una semana normal, y los destinos más buscados por los viajeros son las ciudades europeas y las costas canarias.
Roma, Praga, París, Lisboa, Londres siguen siendo las capitales escogidas por los españoles para estos viajes cortos, y aumenta el número de turistas que se van a Nueva York, con muy buenas ofertas en estos días.
Hace tiempo que la CEOE, la patronal española, alertaba de la influencia negativa de los puentes en la productividad nacional y proponía eliminarlos del calendario, como recogía hace un par de meses El País.
Cada año, los trabajadores españoles disfrutamos –o al menos tenemos derecho- a un total de catorce festivos, de los que siete son siempre los mismos para toda España, hay dos fiestas nacionales más que varían de fecha cada año, tres festivos que dependen de las comunidades autónomas, y dos días más fijados por los municipios.
Pero ¿se piensa en el turismo, primera industria española, cuando se habla de productividad?
Son muchos los que ven en estas minivacaciones una buena oportunidad para reducir la estacionalidad de los destinos, sobre todo los nacionales. ¿Quién es capaz de resistirse a una noche de turismo rural o una escapada urbana con dos festivos en la misma semana?
A mí los puentes me encantan. Aunque solo sea para tirarme desde ellos.
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