por  Arturo Crosby 

Consecuentemente había demanda suficiente para dar respuesta a esa oferta turística, que aunque no reglada ni operativa, funcionaba por sentido común. Es decir tanto en estos orígenes, como en la política europea, de frenar la migración rural, se pensó que aumentando ingresos, por diversificación de la economía rural, se conseguiría una estabilidad económica y social en el campo.
No obstante la evolución de la oferta y en especial de la demanda, transformo unas infraestructuras, mas enfocadas al agroturismo(explotaciones agrarias y agropecuarias en activo), en alojamientos turísticos, que cada vez han ido adaptándose a las expectativas de los diferentes super segmentos de la demanda turística, motivada por esta “ruralidad”, que obviamente cambiaba, acorde a las motivaciones principales de cada segmento de mercado, porque la percepción de cada uno, es diferente (motivaciones-expectativas-percepción). Y en la actualidad, nos encontramos con alojamientos y resorts, que van desde una cabaña básica y elemental, hasta centros ecoturísticos de lujo, de 5 o 6 estrellas, como es el controvertido caso actual de la cadena Six Senses en el Parque Nacional Tayrona de Colombia. Siempre ha existido una asociación, involuntaria de identificar ciertas ofertas turísticas, con cierto mercado. Véase, el turismo rural (de hace mas de 2 décadas), el turismo comunitario, ecoturismo….con una demanda de “mochileros”, “hippies”, estudiantes, voluntariado …en general turistas con poca capacidad de gasto y por tanto, poca generación de ingresos. Sin embargo como leía en un artículo de Ernest Cañada (Alba Sud), las agencias de cooperación internacional, expertos, etc.…”el Turismo Comunitario debe orientar su desarrollo hacia el mercado de los sectores con mayor poder adquisitivo y dar por superada la etapa de los grupos solidarios, mochileroso visitantes de bajos ingresos”, añadiendo que existe un segmento de turismo domestico en estos países, de bajos recursos, que pueden dar rentabilidad a estos micro-negocios y por tanto no era necesario enfocar a esa otra demanda de mayor poder adquisitivo. Existe una realidad, que se puede comprobar en muchos casos. Cuando la actividad turística, supera y a veces con creces, a la actividad agropecuaria, se termina por abandonar ésta ultima o dejarla como atracción turística y en todo caso como fuente de recursos gastronómicos, cuando se ofrezca restauración. Esto ha ocurrido de forma muy generalizada, salvo cuando existe una buena formación de los recursos humanos y de los emprendedores/as, cuando existe un diseño de gestión turística, que optimice los recursos y cuando se tenga claro los objetivos, tanto del desarrollo local, como el target de nuestra demanda. Es un hecho que, hoy en día, cuando se habla de turismo rural o ecoturismo, ya se asocia mas a un turismo de lujo (no necesariamente calidad), como alojamientos rurales con todo tipo de facilidades (wi-fi, jacuzzi, sauna, accesos asfaltados, servicios on-line, …), con edificios históricos (castillos, palacios, haciendas, estancias, edificios eco-inteligentes, submarinos….), en lugares privilegiados (islas privadas, montañas inaccesibles, parques naturales exclusivos …). Es decir se asocia a un cierto lujo, ya sea moderado o excesivo. Y curiosamente se relaciona con “turismo de calidad”. Permítanme recordarles, que actualmente y en un futuro próximo, el mayor lujo, es y será, poder “disfrutar de la Naturaleza” y posiblemente también, de vivir con aquellas personas, que habitan ese medio y conservan una percepción de la realidad, tan opuesta, y por ello tan atractiva. Y estas dos sensaciones, que provocan la principal motivación, no vienen identificadas por los procesos standars de “calidad” existentes. Por tanto, entiendo que el turismo rural, ecoturismo, comunitario, de naturaleza, etc. tiene respuesta en diferentes segmentos de capacidad adquisitiva, tanto baja, media como alta o muy alta. Es importante identificar, tanto la “motivación principal”, que define el segmento y sus expectativas, como el concepto de “lujo” en este caso, asociado al anterior, como la “calidad”, relacionada con estos dos. Y a esto, hay que añadir los objetivos y expectativas empresariales de rentabilidad de cada empresa o emprendimiento, que definirán por tanto, cuáles deben ser su mercado objetivo. Portal de América - Fuente: www.boletin-turistico.com