¿Hacia el post- turismo?
Martes, 27 Septiembre 2011

¿Hacia el post- turismo?

Lloret de Mar pide una reflexión que va  más allá de su interés turístico, con la riqueza de sus recursos como la singular y colorada Iglesia de Sant Romá,  renovada gracias al dinero de los indianos, estos emigrantes, agricultores o pescadores que iban a América a buscar fortuna y que algunos encontraron. Lloret de Mar es un caso muy explícito de la ambigüedad de unos destinos turísticos que queremos idílicos, y se transforman en infiernos si no hay regulaciones y una visión a largo plazo. Un día, tal destino puede perder una parte de su clientela y transformarse en un  “wasteland” turístico.

TSTT-1250x115
Arapey 1250x115
CIFFT 1250x115
MINTUR 1250x115
SACRAMENTO radisson
SACRAMENTO - proasur
MINTUR 1250x115 - B2

      por Robert Lanquar

Al mismo tiempo, nos conduce a una reflexión sobre el post-turismo y la integración de los turistas que se hacen inmigrantes. El aumento de su población empezó a hacerse notar en los años 80, con la inmigración de andaluces y extremeños. A partir de los años 90, fueron los rumanos, no tanto como los ingleses o los rusos más recientemente, con relativamente pocos iberoamericanos, y hoy muchos indios.   Desde 1970, de 7.000 habitantes empadronados, la población ha pasado a 40.000 en 2011, debido principalmente a la llegada masiva a partir de los años 90 de inmigrantes extracomunitarios. Actualmente constituyen casi el 45% del total demográfico, en pocos años serán mayoritarios. Estos turistas van y vienen, son residentes, son turistas, se quedan un tiempo, vuelven a su país, muchos montan empresas comerciales, artesanales y turísticas. Es una población muy volátil, en general muy trabajadora que utiliza el turismo como pasarela para encontrar el éxito económico.  Y sin embargo, hablando de Lloret de Mar, no son los inmigrantes los que provocan los títulos de los periódicos, sino jóvenes turistas que a menudo vienen de Francia y Gran Bretaña para hacer sus fiestas; es decir, beber, emborracharse y, algunos, también drogarse.

Fracturas y evoluciones

La migración - cualquiera que sea su extensión - significa varias fracturas: en primer lugar, el carácter irreversible o de larga duración (más de un año según la definición estadística de las Naciones Unidas) y, en segundo lugar, la modificación del espacio de vida usual del emigrante. El turismo no incluye estas rupturas, sino en su imaginario. Hoy, por la misma razón del desarrollo del turismo y de los transportes a costes reducidos, estas prácticas evolucionan: la ruptura con el espacio de origen no es tan radical. No es tan solo en el momento de las vacaciones que el inmigrante regresa a su país. Si el migrante tiene medios económicos, puede volver a su país varias veces durante el año. Según las Naciones Unidas, su vuelta será contabilizada como una llegada de turista internacional si su estancia pasa las 24 horas.

¿Podemos clasificar las interrelaciones entre el turismo y las migraciones en el marco del desarrollo de los territorios? Los provenzales y los nizardos están orgullosos de los atractivos de su región: Jean Viard  escribe en 1988 que el turismo es un recurso muy importante, pero maldice sus efectos devastadores. Hasta los años 80, algunos temieron que la Costa de Azul se hiciera el " bronze - cul» de Europa. El discurso racista anti - magrebí y la importancia de los partidos de extrema derecha en las listas electorales locales de estas regiones, a menudo esconde un resentimiento virulento contra otros invasores, esta vez, los turistas del Norte. Estas contradicciones traducen una realidad compleja: si las aportaciones en bienes y en empleos del turismo son reconocidas, su expansión constante perturba la vida local.

El mismo fenómeno se está sucediendo a lo largo de las costas mediterráneas a diversa escala. Todas estas cuestiones merecen ser tenidas en cuenta. El IESA de Córdoba, en 2006, analizando la percepción social del turismo por los andaluces, ha mostrado que si el turismo es generalmente bien apreciado por las poblaciones locales, se considera que tiene un impacto negativo sobre los precios y la disponibilidad de terrenos y viviendas. Aún más, los andaluces consideran mayoritariamente que en las zonas turísticas, el trabajo es de baja calidad y muy depreciado. Los cambios que esto implica en la comunidad de acogida no son siempre positivos para la calidad de vida y, sobre todo, para las expectativas que el imaginario de los nuevos residentes había colocado en su nuevo lugar de vida.

El post - turismo es la implantación en regiones turísticas de otras actividades económicas que utilizan el soporte logístico del turismo y son favorecidas por el mejoramiento de la calidad de vida que se lleva. Jean Viard (1988) sostiene que el turismo es inseparable del post - turismo: más un destino posee pisos comprados por turistas, más se registra la creación de empresas: «estos desarrollos pueden entrar en conflicto con el deseo de un entorno de naturaleza que el turista venía para satisfacer. »

El turismo, pasarela de las migraciones

Por otra parte, la cuestión es saber si los lugares turísticos son territorios de pasaje obligados por los emigrantes hacia los países ricos del norte. Las mafias que obran entre África, el Mediterráneo y Europa ofrecen, contra una suma considerable, “visados turísticos” como último recurso, a familias que habrían ahorrado para que uno de los suyos, el de más alto nivel cultural, o el más astuto, pase al otro lado de la línea. Y esperan que gane el suficiente dinero para rembolsar todos los gastos y ayudar a su familia. Cuando la duración legal de la estancia se acaba, el emigrante puede perseguir su actividad temporal en la clandestinidad. Pero frente a sanciones cada vez más importantes, los empresarios se vuelven prudentes y utilizan menos a emigrantes sin papeles. Éstos entonces pasan a engrosar  las filas de ilegales que no pueden integrarse en las sociedades de acogida.

Cada vez más, existen en Europa del sur fuertes comunidades estructuradas debido a la apertura de las fronteras. Se ha invertido capital en los países de acogida de inmigración en diferentes sectores de actividades: los franceses en la cadena de la gran distribución; los ingleses en los bienes inmuebles; los países nórdicos en la alta tecnología; los alemanes en la industria pesada; los italianos en la industria agroalimentaria. Con el fortalecimiento de las instituciones europeas, numerosos turistas jubilados europeos se quedan como residentes permanentes de destinos turísticos, votan allí y desempeñan un papel significativo sobre la vida política y social local. Haciéndose electores y ser elegibles al nivel local, podrán hacer volcar mayorías como en Calvía en las Islas Baleares en 2002. Jubilados europeos (no españoles) son hoy concejales en ayuntamientos de la Costa del Sol.  A estas comunidades les concernían, de modo significativo, las interacciones turismo-diáspora. Una diáspora que tiene un nivel de vida elevado permite desempeñar una masa crítica de turistas que permanecen en el extranjero. Esta complejidad se estudia poco. Lloret de Mar puede servir de marco de análisis, no solamente para la Costa Brava o España, sino para otros muchos destinos mediterráneos.

Portal de América - Fuente: www.boletin-turistico.com

Escribir un comentario

Promovemos la comunicación responsable. No publicamos comentarios de usuarios anónimos ni aquellos que contengan términos soeces o descalificaciones a personas, empresas o servicios.