por Magister Elena Villar, desde Lima
y es muy difícil que la población acepte de buen grado ciertos sacrificios que en un futuro cercano nos pondrán a la par con otras capitales modernas y prósperas, pues, nos acostumbramos al facilismo y vivir el momento lo mejor que se pueda, además existe la cultura del “de que están hablando para oponerme”.
Esta introducción de nefastos recuerdos nos la sugiere la entrevista que en el Enfoque de los Sábados de RPP, le hicieran al Alcalde de Lima, Luis Castañeda en relación a la puesta en funcionamiento del ya famoso Metropolitano limeño, famoso, puesto que la picardía criolla ya lo bautizo como “el tren fantasma” debido a que de acuerdo a las explicaciones del burgomaestre limeño este sistema de transporte por lo moderno y el uso de un combustible diferente (Gas) necesita un período de familiarización en su conducción por choferes que ya están recibiendo especialización en esta tecnología.
No conocemos al alcalde Castañeda, como independientes políticamente, no nos incumbe que su partido sea rojo, verde, o azul, lo único que interesa es que el Metropolitano de acuerdo a sus propias palabras "mejorará la calidad de vida de los limeños".
Costos políticos quedan aparte, pero quien tiene una gestión pública y de administración pública tiene por objetivo dar calidad de servicio. Este servicio unirá Lima de Sur a Norte (desde Chorrillos hasta el Naranjal).
El Burgomaestre reconoce que lo que le ha faltado es difusión.
En otro momento explicó que si están los buses recorriendo todo el circuito sin público es porque el sistema es tan moderno que se necesita un tiempo de práctica, para que los choferes, los empleados del Metropolitano y los usuarios se adiestren en su uso.
Tiene razón el Dr. Castañeda Lossio, le ha faltado mucha comunicación para contentar a este pueblo ávido de mejoras en su amada ciudad, lo creemos así, ya que por la modernización del país, el cuidado del medio ambiente y por el futuro de nuestros hijos, consideramos que las mezquindades políticas deben quedar aparte. ¿O no, señores políticos?
fuente: Turista Magazine