por Amanda Figueras
La intención de la Eurocámara es que las infracciones cometidas en el extranjero no queden impunes, aunque por el momento se trata de "un primer paso", como ha explicado a elmundo.es la ponente del informe, la socialista española Inés Ayala.
El PE ha conseguido obligar a los países a identificar a los infractores cuando se lo requieran otros Estados, pero por el momento no será una imposición que las multas tengan que ser reclamadas. La comunicación de los datos (nombre y dirección) se realizará a través de un sistema ya existente conocido como EUCARIS.
El texto recoge que se deberá identificar al conductor en los casos de multas por exceso de velocidad, no llevar el cinturón de seguridad, saltarse un semáforo en rojo, conducir bajo los efectos del alcohol o las drogas, hablar por teléfono al volante, circular por una vía no permitida (como el carril bus), no llevar el casco y no respetar la distancia de seguridad. Las multas de aparcamiento quedan excluidas.
El país de la infracción enviará una carta al titular del vehículo en su idioma en la que se le informará de la infracción cometida y del importe de la multa. El país de matriculación estará obligado a facilitar los datos de los infractores, pero no podrá imponer ningún tipo de sanción por cuenta propia.
En el debate previo a la votación, Inés Ayala declaró que "el objetivo que nos hemos dado para el periodo 2010-2020 de reducir a la mitad las víctimas mortales en la carretera nos exige nuevas medidas, y medidas importantes".
Ayala subrayó que "con la medida, que es fruto de un acuerdo y de una larga historia iniciada en 2008 (...) se contabilizaba que, al menos, podíamos evitar 400 víctimas mortales cada año, sin contar también los heridos".
Después de recibir el visto bueno del Consejo, y una vez publicada en el Diario Oficial de la UE, los Estados miembros dispondrán de dos años para trasponer las nuevas normas. Irlanda, Reino Unido y Dinamarca han optado por no participar en esta legislación.
Portal de América - Fuente: www.elmundo.es