Viajar en avión requiere de una etiqueta que pasa por la ropa
Viernes, 13 Mayo 2011

Viajar en avión requiere de una etiqueta que pasa por la ropa

Tuve recientemente la oportunidad de viajar a otro país en un vuelo que hizo escala primero en una capital colombiana y luego en una de las ciudades preferidas por los colombianos que se van a vivir a Europa.

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Esculcando el armario, la columna de Tatiana Munévar B.

Tras más de 12 horas de vuelo de ida y otras tantas de vuelta, se tiene mucho tiempo para mirar a la gente y observar su comportamiento, por supuesto también desde el punto de vista del vestido que es la primera carta de presentación que tenemos al llegar a un país extraño.

La primera consideración al elegir la ropa para un viaje en avión debe ser la comodidad, no hay ninguna duda, pero no puede ni debe ser la única. O si no, pues todos a viajar en pijama para soportar mejor las largas horas de vuelo y la estrechez de los asientos.

Igual reflexión aplica para quienes viajan de vacaciones a un sitio de playa, brisa y mar y deciden subirse al avión de una vez con la 'pinta' de playa -o algo parecido- ni idea si para aprovechar mejor los días y no tener que llegar al hotel a cambiarse de ropa.

Y ni qué decir de quienes viajan desde un sitio cálido a uno en donde aún siente el invierno y se suben al avión -y lo peor, se bajan de él- con top de tiritas y sin ningún asomo de chaqueta que los proteja del frío.

No se trata de comprar ropa para el avión -aunque a algunos no les caería mal- pero sí de saber que allí nos presentamos por primera vez ante cientos de personas con las que compartiremos largo tiempo.

Por lo tanto un pantalón limpio (puede ser un jean), una camisa o camiseta en buen estado (olvídese, por favor, de las ombligueras) y unos zapatos cómodos y limpios, siempre nos dejarán bien presentados.

Deje en casa los escotes exagerados y las minifaldas. No se vaya de sudadera ni de bermudas. No se ponga todas sus joyas encima y siempre lleve una chaqueta -pesada o liviana- según su destino. Y, por supuesto, vaya recién bañado, con el pelo limpio y un toque de perfume. Su compañero de asiento se lo agradecerá.   

Portal de América - fuente: www.eltiempo.com

 

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