.¿Es el turismo una actividad del sector servicios?
Miércoles, 04 Mayo 2011

.¿Es el turismo una actividad del sector servicios?

No me cabe la menor duda de que esta es otra pregunta impertinente. Si le preguntan a un turisperito, a cualquiera, les dirá que sí, que el turismo es un servicio y que de eso no le cabe la menor duda, vamos que pondría la mano en el fuego si se lo pidieran y que hay dudas que ofenden.

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¿Pero por qué dicen los turisperitos con tanta convicción que el turismo es un servicio? Pues porque para ellos el turismo es, sobre todo, hotelería, hostelería, transporte y agencias de viajes. Más que nada hotelería, porque la hostelería, según Sebastián Escarré, el presidente magnífico del lobby Exceltur, aunque es también turismo no es turismo básico sino complementario, como el comercio turístico. Tampoco el transporte es para ellos totalmente turístico. El transporte, aunque entra en el turismo no entra tan completamente como la hotelería. Recordemos que cuando la huelga de controladores aéreos se hablaba de que la huelga estaba perjudicando al turismo se estaban cancelando reservas hoteleras.

Resultaba chocante que no se pusiera el mismo énfasis para resaltar que la huelga estaba perjudicando en primer lugar al transporte como componente básico que es de lo que los turisperitos llaman filièrs touristique o cadena turística.

Pero veamos con detenimiento si hay coherencia hay entre los fundamentos teóricos del modelo que dicen cultivar y la asignación al sector servicios del turismo que con tanta gallardía sostienen contra viento y marea.   

De acuerdo con uno de los padres del modelo convencional del turismo, el economista suizo Kurt Krapf, el que fuera la mano derecha de Walter Hunziker “se quiera o no, desde el momento en que resulta un servicio pagado y absorbe una parte de la renta, el turismo es esencialmente un hecho económico y social”, frase que debe ser complementada con esta otra del economista italiano Miechelle Troisi, el cual, en su obra de 1940 La renta turística, sostiene con claridad que “en la medida en que el turismo es un acto de consumo de un heterogéneo conjunto de bienes y servicios tiene como contrapartida la producción de ese mismo heterogéneo consumo de bienes y servicios”

Recalquemos pues que, para el modelo convencional, está fuera de toda duda que, si por turismo entendemos el conjunto de turistas y que si lo que consumen los turistas es un heterogéneo conjunto de bienes y servicios, es obvio que el turismo es también un conjunto de actividades productivas que desborda el sector servicios por incluir actividades productivas que pertenecen a los dos sectores restantes de la economía, el sector primario o extractivo (agricultura, pesca y minería) y el sector secundario o transformador (industria manufacturera y construcción)

Para que quede esta verdad establecida con total claridad y contundencia, desde 1988 vengo recomendando que se construya una tabla de doble entrada formada por cuatro columnas dedicadas a la producción de los tres sectores y al total y por tres líneas dedicadas al consumo de los residentes, al consumo de los turistas y al consumo total, el de los residentes y el de los turistas. Hasta los turisperitos más refractarios a la lógica corriente y moliente quedarán cegados por la prístina evidencia de que tanto los residentes como los turistas consumen los productos de los tres sectores de la economía.

Tal vez pasa zafarse de la acusación de incongruencia más la de incoherencia sostienen que el turismo es transversal, el novedoso y ambiguo palabro que junto al de gobernanza se viene imponiendo en amplios sectores posiblemente porque dice lo que no dice sin que parezca que lo dice.

Recuerdo que la Convenció que la OMT y la Sección de Estadística de la ONU celebraron en Ottawa en 1991 propuso una Clasificación Internacional Homogénea de Actividades Turísticas, la CIHUAC, formada por unas actividades que son totalmente turísticas, las menos, y otras, las más, que son solo parcialmente turísticas. Para reír si no fuera para llorar. Y aun hubo funcionarios de la OMT como mi inefable y viejo amigo Augusto Huéscar que dijeron que se trataba nada menos que de una nueva conceptualización del turismo cuando era tan evidente que la convención dejó vigente el enfoque de demanda o de consumo del modelo secular.

El turismo tal y como lo entienden los turisperitos de todos los países y de todas las lenguas es algo así como un termómetro que gradúa desde cero a infinito la turisticidad de las actividades económicas. Pero no crean que el turísmetro es de aplicación universal. ¡No!. El turísmetro marca una cosa en un país y otra diferente en otro. Así es como se entiende la imprescindible universalidad que debe acompañar a todo corpus de conocimientos que aspire a ser tenido como científico.

¿Por qué entonces sostienen los turisperitos con tanta convicción que el turismo pertenece al sector servicios? ¿Es que ignoran los fundamentos del modelo de su doctrina? Sencilla y simplemente los turisperitos están instalados en la incoherencia desde hace décadas sin que quieran reconocer que eso desdice de esas pretensiones de cientificidad con la que nombran la asociación internacional a la que muchos están adscritos y de la que tanto presumen, la autollamada de expertos científicos en turismo. ¿Hasta cuando? ¡Ah!, esta sí que es una pregunta impertinente.

Portal de américa - fuente: www.boletin-turistico.com - foto: www.fotoclasificados.net

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