Días atrás, veíamos en televisión al especialista en Derecho Penal y ex Presidente de la Suprema Corte de Justicia, Milton Cairoli, en una conferencia decir que por ahí no estaba la cosa, que ese no era el camino y para ser más contundente se preguntaba si de seguir así, no llegaríamos a declarar imputables a los recién nacidos.
Yo les invito, al final de este artículo, a ver dos videos, en el primero, las palabras del Doctor Cairoli a las que hacemos referencia y en el segundo, el Cuplet del Menor de 2010, de la murga La Mojigata y que después de ello, saquen sus conclusiones.
No sé cual es la realidad en otros países pero si conozco la del mío, la de Uruguay y les puedo asegurar que estoy totalmente de acuerdo con Cairoli y aplaudo la despiadada ironía y espectacular resumen artístico-argumental de La Mogijata.
El problema no es la edad, todos sabemos y los políticos más que nadie, que la verdadera causa de tanta delincuencia, violencia y resquebrajamiento de históricos códigos de convivencia, tienen que ver en primer lugar con la droga y el narcotráfico si, pero también tiene su componente de políticas aberrantes de relegamiento y guetización de determinados sectores de la población perpretados por unos cuantos que ahora se quejan o por su entorno, sin olvidarnos tampoco de una buena cuota de alegres contemporáneos míos, quienes se quedaron en el mayo del 68 pero entre los excesos de lo cotidiano, incluyeron tener hijos a los que no les dieron la menor contención ni mucho menos se ocuparon de trasmitirles valores y hoy, muchos de esos hijos, son padres de los menores que...no son niños, como dice la murga.
Obviamente, mejor sería mirar para el costado y no ocuparse de éste tema en un medio especializado en turismo y aviación, pero, si cuando argumentamos en favor del turismo, decimos que es una actividad que tiene que ver con todo o casi todo, no podemos hacernos los distraídos ante este debate que ocupa hoy los titulares.
Sergio Antonio Herrera, @DelPDA en Twitter