por Lluis Mesalles
Corre por el sector una corriente de rebeldía frente a las tácticas abusivas de las grandes centrales de reservas, o que meramente pretenden dar información al viajero. En la practica se abocan, mediante tácticas intrusivas, a entrometerse en las paginas de referencia de los buscadores, ofreciendo tarifas menores que el propio hotel. En la realidad, el hotel se ofrece directamente en la misma página, con ingenua responsabilidad.
Los poderosos, como los llamaban antes "los dueños del aire", se entrometen tratando de usurpar la personalidad del hotel, con la esperanza de desviar una parte del trafico natural que busca un hotel concreto, hacia sus paginas de reservas. NO están generando un nuevo flujo de negocios, están desviando el negocio del hotel hacia ellos con el único objeto de intermediar y cobrar una comisión leonina.
Es una táctica que destruye la credibilidad de un hotel, quien además debe pagar una importante comisión al intruso.
No quiero extenderme mucho en esto, pero no entiendo este tipo de artimañas, que me llevan a pensar mal. Y como el mundo de la red es tan nuevo y tan cambiante, aun queda mucha puerta abierta para las tretas de los pillos que toman posiciones frente a los incautos.
Los hoteleros no pueden dejar en manos de terceros su comercialización.
Deben cuidar y vigilar sus relaciones exteriores con el mercado.
Necesitan identificarse con sus clientes.
Cada día más, cada día mejor.
fuente: boletin-turistico.com