Marketing turístico femenino
Martes, 22 Marzo 2011


Acabo de impartir unos talleres relacionados con la temática de  “Marketing turístico en femenino”.  Difícil  de aplicar una metodología ideal partiendo de la base de que algunos  asistentes/as tenían formación en turismo y hostelería pero pocos conocimientos sobre género y  otros/as, justo lo contrario eran técnicas/os especialistas en igualdad y género pero con pocos conocimientos turísticos.

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por Sandra Canudas*

Uno de los primeros comentarios que ofrecí a toda la clase respecto al  marketing en femenino fue la reflexión de que, aunque no son excesivos los  estudios en la investigación de consumo  respecto a la identidad de género o la razón del porqué  un tipo de  personalidad puede reconocerse más con los roles masculinos o los femeninos es recomendable, por la complejidad de las actitudes, basarnos más en el sexo biológico que en la identidad de género. La identidad puede ser un buen indicador de las actitudes de ocio pero mal pronosticador acerca de los productos o marcas  que se pueden llegar a escoger.

En definitiva,  ¿son útiles las preferencias hacia lo femenino o hacia lo masculino que todos tenemos, para explicar algunos comportamientos de los consumidores?  Los estudios  deducen de momento, que las actividades de recreo y algunos productos relacionados  con la identidad de género no son determinantes  para descubrir  “talantes” de consumo, siendo en cambio, la fisiología una premisa mucho más concluyente.

Cuál fue mi sorpresa cuando algunas alumnas recién licenciadas de un máster interuniversitario sobre Igualdad me empezaron a desaprobar que eso no podía ser cierto, que todo partía de una premisa de construcción social y que incluso cosas como el “instinto maternal” eran  papeles aprendidos culturales…    

Los datos científicos avalan que indiscutiblemente procesamos la información de forma distinta.  Nuestras estructuras cerebrales son distintas, le pese a quien le pese. Por poner un ejemplo, en el caso de las mujeres existe un mayor tamaño de lóbulo frontal en áreas  implicadas en la toma de decisiones, la resolución de conflictos o las emociones.  En referencia al marketing: existen aspectos  como que  la música es un estimulador de sentidos capaz de hacer reaccionar a una persona a niveles tanto físicos, psicológicos como sociales y que  las mujeres son más auditivas que los hombres que suelen pensar mayormente  a través de imágenes y usar un lenguaje relacionado con la vista.  Por eso, las mujeres en general oyen mejor y tienen más sensibilidad auditiva.

Neurólogos y psiquiatras como el norteamericano Alan Hirsch   han podido constatar la relación entre el olfato y la personalidad, por ejemplo personas que tienen predilección por olores afrutados tienden a ser perseverantes, si el aroma es a café  afecta más  a personas dinámicas que derrochan energía, etc. etc. Si esto lo llevamos en términos de sexo comentar que en referencia a la detección de olores las mujeres tienen un sentido del olor más elaborado gracias a los niveles de estrógeno del cuerpo, no  se trataría tanto de un mayor olfato como de que en el caso femenino las mujeres enlazan estos olores con la emoción almacenada (en el lado derecho del cerebro perteneciente a la parte emocional, lado que también se relaciona con la memoria a largo plazo).

Como que los hombres  y las mujeres tienen un sentido del gusto distinto: ellas más sensibilidad a lo amargo y ellos a lo salado, comúnmente las mujeres tienen más percepción gustativa. Una de las razones del porqué se dice que las mujeres tienen un “sexto sentido” o desarrollada una mejor intuición  se basa en el hecho de que las mujeres tienen el olfato y el gusto más  sensitivo siendo capaces de percibir olores o sabores que los hombres no captan.     

A este respecto decir que las mujeres tienen preferencia por sabores afrutados y escapan de lo que sea demasiado ácido y que, en el caso de vinos  por poner un ejemplo, una variedad que suele tener bastante éxito entre ellas es el Syrah, Chardonnay o Pinot poniéndose en boga idear vinos suaves…

En  las comidas  desde una perspectiva  psicofísica,  las mujeres son lo que denominaríamos más “súper catadoras” debido entre otras razones, a sus papilas gustativas y a temas hormonales (De hecho gracias a las hormonas las féminas tienden a detectar los aromas más fácilmente). Conocemos perfectamente que  existe  una sensibilidad en los aumentos de los sabores amargos durante el primer trimestre del embarazo y una variación gustativa que también se da durante el ciclo menstrual…

En definitiva, estas alumnas se quedaron más  convencidas ¡de que hay diferencias biológicas¡ y que no todo es cultural… y,  algo no menos importante: es bueno  cultivarse y aprender   todas las facetas del conocimiento pero que  antes de tener ideas tan radicales, lo mejor es incluir ¡estudios de feminismo pero también, de  biología, antropología o economía! que ayudaran a confeccionar nuestros propios criterios....

*Sandra Canudas: Consultora y especialista en turismo de género. Autora de los libros "Manual de una vuelta al mundo","Manual para viajeras","Atlas mundial del orgasmo" o "El instinto sexual y la tª de la selección natural cómo técnica para lograr el éxito empresarial".  www.consultoriaviajes.com

fuente: boletin-turistico.com
imagen: www.canal-l.com/

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