por Geoffrey Lipman
Ya sean causados por el hombre o desastres naturales, pandemias, las causas son diferentes pero el impacto sigue siendo el mismo.
El turismo se apaga rápido, queda fuera de juego, los recuerdos y la economía se desvanecen.
Y se vuelve a encender rápidamente porque la demanda no desaparecerá, ni los fundamentos del producto.
El optimismo a ultranza no sirve de nada en estas situaciones como el setiembre 11, el tsunami asiático o el terremoto de Haití lo demostraron.
La cruda realidad es dolorosa...pero es la realidad. Sabemos lo vibrante que fue el producto egipcio y cómo dinamizaba la demanda en los mercados clásicos o nuevos. No podemos saber lo que va a pasar a corto y mediano plazo en una incertidumbre de esta magnitud.
De acuerdo con los informes oficiales, 1 millón de turistas internacionales ya han salido de Egipto; más de un mil millones de dólares en el PIB se han evaporado junto con decenas de miles de puestos de trabajo en todos los sectores de la economía. Además de los que fuera del país forman parte de la cadena de suministros. ¿Y a cuántos más mientras se desarrollan los hechos?, nadie lo sabe. No se ven muy bien, en perspectiva, las luchas de poder, las negociaciones y las elecciones de setiembre, aunque la violencia callejera desapareciera.
Luego está el efecto de lo acontecido. El desempeño del sector y la economía en su conjunto. A riesgo de ser considerado como un pesimista, ya he instado a una gran cautela sobre una recuperación tibia el mes pasado en eTurboNews.
Me temo que todo esto sólo confirma mi punto de vista, la incertidumbre geopolítica además de las extremas condiciones climáticas, el aumento en los precios de alimentos y combustibles, la austeridad presupuestaria de los mercados emisores y las protestas socio-económicas indican, que la foto de la recuperación global, a mediados de año podría no ser muy alentadora.
Por último, confieso una tristeza subjetiva aquí ... no por el impactante panorama - Que será, será – ya que es difícil expresar una opinión válida externa ante la lucha de otro pueblo por la democracia, cuando uno la da por hecho para si mismo. Tristeza al observar una tierra respetuosa del turismo, del eterno sol se convierta en una zona para “no ir”. La tristeza de ver una mafia 24/7 que condicionen la reservas y el posicionamiento de las marcas. Y con un sentimiento muy personal despidiéndome de un ministro de Turismo y un equipo que trabajó sin descanso para avanzar no sólo la prosperidad de su propio país, sino de toda la industria. Tuve el placer de trabajar estrechamente con ellos en la OMT sobre la resiliencia global y en la transformación ecológica de Sharm el-Sheij. Ellos fueron dedicados y afectuosos colegas.
Por supuesto, cuando el polvo se asiente, el país volverá a surgir como un destino turístico líder ... y habrá un nuevo equipo, igualmente comprometidos con la reconstrucción, cambio de marca y la restauración de un producto brillante como Egipto. Pero por ahora todo es tristeza e incertidumbre.
Profesor Geoffrey Lipman (Bélgica) Director de la Organización Greenearth.travel
fuente: eTurboNews/traducción PDA
foto: wtflucerne.org