por Richard Turen
Muchos de mis clientes no son super ricos aunque estoy cerca de ese mercado.
Tenemos la suerte que algunos llevan el estilo de vida de “ricos y famosos”
Algunos son gigantes corporativos y de alguna forma hemos conseguido un buen grupo de gente que se gana la vida en el campo de las artes y el entretenimiento.
Cuando iba a responder la pregunta me recordé del Señor y la Señora C.. El es un ejecutivo de una corporación cuyo nombre y posición deben reconocer. El año pasado me llamó por un viaje a Sudáfrica para el y su familia de cinco personas para celebrar la graduación de un hijo.
No había ninguna duda que sería un viaje a la medida usando las mejores reservas privadas, con un servicio que el tipo de pasajero promedio nunca conocerá.
El viaje llegó pronto a un valor cercano a las seis cifras y siguió creciendo a medida que se agregaban experiencias únicas.  
A lo largo de los años solo había hablado con este cliente una vez. Siempre traté con su personal y trabajé asumiendo “si no hay comunicación está todo muy bien.”
El plan para este viaje era que el volara en su avión privado a New York, se alojaría por su cuenta y a la mañana siguiente tomaba el vuelo a Johannesburgo.
Todo iba muy bien hasta que a la mañana siguiente cuando tenía que tomar el vuelo a Johannesburgo sonó mi celular de emergencia
y hablé con mi cliente por segunda vez en mi vida.
Después de llegar a New York fueron a comer a un gran restaurante y el hijo habría comido un alimento envenenado. Luego me avisaría.
Una hora más tarde, sonó el teléfono nuevamente. Ahora eran los tres los que se sentían mal incluyéndolo a él, que apenas podía hablar. Pero igualmente me dijo “cancele mi viaje, hoy no vamos a África.
Estamos volando a casa para que nos vea nuestro médico.”
A los treinta minutos, cuando estaba tratando de llamar a África a contar lo que había sucedido, el teléfono volvió a sonar,
“Hola, una cosa más, Richard” me dijo y le podía notar lo mal que se sentía “ no pierda un minuto tratando de recuperar mi dinero. No lo aceptaré, pero le pido una cosa más: averigüe cual es la propina usual en esos campamentos y páguele el doble a cada uno de los que nos iban a atender. Envíeme la factura y asegúrese que estén todos cubiertos, no quiero perjudicar a esos trabajadores solo porque no puedo viajar”
Esa fue nuestra última conversación y aprendí algunas cosas sobre clase y personalidad.
Pero aún con esto el Señor C no fue el mejor cliente de mi vida.

Esa, le dije a mis amigos, debería ser la Señora S. Ella había ahorrado dos décadas para hacer un viaje con otra pareja. Era un crucero de siete días por el Caribe y era gente sencilla. Pero me recuerdo la primera vez que se sentaron en mi despacho y les pedí que me contaran sus anteriores experiencias viajando.
Hemos recorrido el mundo viajando pero siempre en compañía de James Michener, nos encantan sus libros pero nunca pudimos
ir a los lugares que el narraba, los conocimos a través de sus palabras.”
Ellos querían una mesa solo para los cuatro, pero al llegar al  comedor tenían una mesa para seis.
Me lo dijo la Señora S a su regreso, “estábamos muy molestos por que realmente queríamos estar los cuatro solos.
Vino la otra gente y  Mr. and Mrs. James Michener se sentaron con nosotros y la Señora S no pudo terminar su cuento por la emoción.
Al hacer la reserva yo le había contado a la compañía mi conversación y alguien de reservas cuando vió que Michener viajaba en el mismo crucero hizo la conexión.
Esta es mi reserva favorita.
Significa para mi mucho mas que trabajar con celebridades o grandes ejecutivos.
Es difícil trabajar con gente agotada por viajar.
Recompensa mucho más trabajar con gente que ha hecho pocos viajes pero tiene muchos sueños.
Cuando en un avión mi vecino me pregunta en que trabajo le digo: mi negocio es hacer realidad los sueños de la gente. Y cuando digo esto me acuerdo de la Señora S.
Y la gente que sueña se cuenta por millones.

*Richard Turen de Churchill and Turen, una firma de planificación de vacaciones está en la lista de Conde Nast Traveler's  “World Top Travel Specialists,” desde que se empezó a publicar esa lista.
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fuente: Travel Weekly