No al optimismo compulsivo y antropológico
Martes, 30 Noviembre 2010

 No al optimismo compulsivo y antropológico

Llamaba esta mañana un empresario hotelero al optimismo, sí, pero “no al compulsivo y antropológico” que caracteriza al que nos gobierna. Sabias palabras. No podía haberlo definido mejor. Optimistas sí, pero con los pies en el suelo.

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por Vivi Hinojosa

Desde luego no se puede ser de otra forma si la recuperación del sector depende de la actividad económica de otros países europeos, que es verdad que son nuestros principales clientes, pero eso demuestra la poca confianza que tenemos en nosotros mismos, tanto los empresarios como los consumidores.

Y menos mal que el turismo es la primera industria del país, aunque con escaso reconocimiento, y la que nos va a sacar del atolladero, que no lo dudo, pero eso sí, con un reducido apoyo de la Administración por no decir nulo. Eso lo tengo claro. Y los empresarios.

Porque siempre ha sido así. Porque el turismo siempre se ha visto como algo “fácil” a lo que había que dedicar pocos recursos: total, tenemos el sol y la playa y unos precios competitivos, ya vendrán los guiris. Pero es que ya hace tiempo que ha dejado de ser así y eso, mejor que nadie, lo saben los hoteleros.

Además, el ser un sector muy atomizado tampoco propicia el unirse en un frente común y presionar al Gobierno para obtener ayudas como han hecho otros.

Que sí, que el ICO ha lanzado líneas de financiación, pero no en consonancia con la repercusión del sector en nuestra economía, además de que han demostrado ser claramente insuficientes al agotarse en un abrir y cerrar de ojos.

Y mientras los empresarios esperan, con los deberes hechos (una férrea racionalización de costes), a que escampe el temporal con la vista fija en Europa… sin perder el optimismo.

fuente: preferente.com

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