Después del caos, excusas y acusaciones
Jueves, 18 Noviembre 2010

Después del caos, excusas y acusaciones

Acallados los gritos y apagadas las cámaras de televisión llegó el momento de las explicaciones, las excusas y, por qué no, las acusaciones cruzadas. Ezeiza, con menos vuelos de parte de Aerolíneas y Austral, volvió a operar con normalidad dentro de la emergencia que implica recibir la mayor parte de los vuelos del Aeroparque Jorge Newbery.

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El primer gesto partió del gobierno, con el ministro de Planificación recorriendo las obras en Aeroparque y tratando de negar cualquier cuestionamiento a quienes los medios y la opinión pública identificaron como los principales –pero no los únicos– responsables por el caos del jueves y viernes de la semana pasada. La foto de Julio De Vido caminando por la pista en obras con Mariano Recalde, presidente de Aerolíneas y Austral, y Alejandro Granados, administrador de la ANAC, un paso atrás transmitía la imagen de un padre que trataba de justificar los errores de sus hijos. “Quiero destacar la tarea de Recalde y Granados”, dijo a los medios.

Para De Vido este gesto paternal que además marca jerarquías tiene que haber sonado a revancha frente a la joven camada kirchnerista a los que muchas veces, ante sus colaboradores, cuestionó. “Es un equipo compacto de trabajo en donde hay funcionarios de todas las ideologías”, argumentó para salir al cruce de versiones que hablaban de pedidos de renuncia. Algo difícil, sino imposible bajo la óptica de este gobierno, ya que implicaría reconocer culpables.

En Aerolíneas, donde se concentró el caos, trataron de justificar los inconvenientes –las cancelaciones llegaron casi a cien– mientras responsabilizaban a Aeropuertos Argentina 2000 por no haber entregado la Terminal C antes y en condiciones. Recalde y Juan Pablo Lafosse, gerente comercial, hablaron de mala suerte –un camión que llevando escaleras de un aeropuerto a otro tuvo un accidente– problemas de infraestructura -las cintas transportadoras de equipaje de rompieron y hubo problemas de cortes en las líneas telefónicas– y falta de tiempo para planificar la operación. “Los argumentos de AA2000 para el cierre eran por seguridad operacional, pero si fuera por este tema se podría haber tomado la decisión seis meses antes y no 70 días antes”, razonó Lafosse. Un cálculo extraño si nos atenemos a declaraciones de Ernesto Gutiérrez a Aviación News en marzo en FIDAE, anunciando un cierre que solo varió en unos días en cuanto a la fecha de inicio –del 15 de octubre se pasó al 3 de noviembre–, que iba a requerir 50 días y que las obras incluían, por exigencia de la OACI y el ORSNA, el ensanche de la pista y un nuevo balizamiento (Ver: Aviación News del 1 de abril). Obras estas últimas que no se hicieron, según explicaron en off the record en AA2000, por presión de Aerolíneas que buscaba acortar el tiempo de cierre.

Y si bien Aviación News había publicado el 22 de setiembre que el ensanche y el balizamiento no iban ahora, los ánimos se alteraron cuando La Nación, después del caos, lo confirmó bajo el título “No harán en Aeroparque las obras claves anunciadas”. Muchos se desayunaron entonces como los 50 días previstos inicialmente para las obras se redujeron a 28. “Hubo una modificación. Sólo estamos trabajando en lo que es la definición del área central de la pista y se postergó lo que es la obra del ensanche y el cambio de balizamiento", confirmó a La Nación el director de Infraestructura de AA2000, Marcelo Minoliti. “No se harán ahora porque no nos autorizaron –se refiere al gobierno- los días que necesitábamos. Sólo nos dieron 28. Aún no tenemos fecha de cuándo se hará el resto, ya que es algo que debemos programar con el Gobierno", concluyó uno de los responsables del proyecto.

Pero el colmo llegó cuando el Órgano Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos (ORSNA), organismo que junto a OACI exigía el ensanche de la pista dado el incremento de los vuelos internacionales en Aeroparque, salió con un comunicado que supuestamente buscaba esclarecer a la opinión pública, donde consignaba que “El ensanche de la pista se dispuso incorporarlo en una próxima etapa que estará en línea con la tarea de adecuar elementos del Aeropuerto y del entorno (Autopista Illia y Avenida Rafael Obligado, cabecera Norte y Sur) para una mayor eficiencia del primero”. “La decisión de realizar las obras que sólo afectan la seguridad y la operatividad del Aeropuerto se adoptó en función del incremento registrado y previsto en la aeronavegación aerocomercial en la Argentina, dejando para la segunda etapa aquellos trabajos vinculados con las acciones que conllevan una cesión de terrenos por parte de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires”. Una vuelta de 180 grados para ponerse en línea con la versión oficial.

 

fuente: Aviación News

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