El P2P en el turismo
Jueves, 05 Junio 2014 20:35
Toni Mayor, presidente de la Hosbec dijo: “…el p2p se presenta como un modelo de negocio de intermediación turística impulsado por plataformas como AirBnB, Homeaway o la recién llegada Villas.com, creada por Booking.com, y «que genera pingües beneficios», un negocio arrancado a las empresas hoteleras. «Está claro que este modelo de negocio no va a ser una moda pasajera y ha llegado para quedarse….”
por Luis Alejandro Rizzi, desde Buenos Aires
El “consumo colaborativo”, también llamado “economía de colaboración” o “consumo conectado” que sería en el turismo lo que se está llamando “plataformas P2P”, es un modo de operar que según Juliet Schor “…desplaza la actividad económica desde los intermediarios hasta los consumidores-productores, y hace posible estilos de vida alternativos. Como Plenitude (2010) predecía, cada vez un porcentaje mayor de ciudadanos debe hacer frente al desempleo y a ingresos menguantes o estancados. Para ellos, compartir es una forma de vivir bien con menos dinero o de ganar dinero extra con activos que ya poseen…”
Estas formas operativas de la gente no son nuevas, la ayuda mutua y la coparticipación de activos son prácticas antiguas, como lo dice la experta citada, que se han desarrollado generalmente en comunidades de bajos ingresos. Ocurre que ahora con las técnicas digitales, estas prácticas no solo han “comunizado” si se me permite el uso de la expresión, sino que han abaratado el costo de bienes y servicios.
Diría contribuyen a la democratización de las actividades.
Esta economía de la colaboración donde parece haber producido mayores fricciones ha sido en el turismo, como lo han señalado entre otros Albert Cañigueral que afirma: “Hay varios estudios que concluyen que son actividades que no se superponen y que contribuyen a ampliar el mercado turístico general. A la vez, los particulares pueden ser mejores anfitriones que algunas de las grandes cadenas hoteleras, forzando a éstas a mejorar la calidad de su servicio”.
Un caso especial es el de “Airbnb” sitio fundado en el año 2008 que en su página “web” se define “…como es un mercado comunitario de confianza en el que la gente publica, descubre y reserva alojamientos únicos en todo el mundo, ya sea desde su ordenador o desde un teléfono móvil…” y lógicamente su principal objetivo es ayudar a la gente a convertirse en micro emprendedores.
Ramón Estalella, secretario general de CEHAT (Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos) definió al “P2P” como un nuevo canal de venta, sin advertir que esta modalidad ha creado un nuevo producto turístico; no creo que un Sheraton o un NH, lo digo a guisa de ejemplo, pudieran comercializar sus servicios por este sistema. Como se suele decir “no daría el look”.
Hosteltur en abril anunciaba que el “Drift San Jose en México un hotel de ocho habitaciones solo se comercializa por el sistema “Airbnb” y su dueño, Stu Waddell explicaba que “…su cliente objetivo es el espíritu independiente que quiere ser desafiado un poco y provocado de nuevas formas”. Hay gente, en especial la joven, “no quiere pagar por todos esos servicios complementarios que le ofrecen los hoteles tradicionales. Ellos sienten que esa oferta complementaria es el surf, la cultura y ese tipo de cosas…”
La cuestión que se está planteando en torno al turismo “P2P”, es si es un modo de competencia desleal.
Ésta estaría configurada, ya que se afirma que en los casos de alquileres de viviendas personales con capacidad ociosa o ciertos servicios que se ofrecen como trayectos o recorridos en autos o alquileres de autos entre particulares y otros que dependen de la creatividad o imaginación de las partes, el menor precio se deba a que no se pagan impuestos, no existe el costo laboral con lo cual se dice que no se crean fuentes de trabajo, al contrario cada persona que use el “P2P” estaría impidiendo la creación o mantenimiento de fuentes de trabajo.
Asimismo, se argumenta que estos servicios ofrecidos bajo esta modalidad no tienen garantía alguna de cumplimiento, y por tanto la única sanción seria la que podría intentar el eventual damnificado en una juicio que seguramente nunca intentaría por su costo y por la lejanía entre el turista y quien no cumplió o cumplió imperfectamente con la obligación asumida.
Personalmente, pienso que estas nuevas formas comunitarias o colaborativas o se las llame como se las llame, son innovativas y por tanto impactan en lo que se venía haciendo hasta ahora, sin advertir que esto que se venia haciendo también en una época fue algo innovativo o novedoso.
Si bien no tiene el alcance científico de una encuesta, he consultado con personas que viajan utilizando estos sistemas “P2P”, y en general la respuesta es de plena satisfacción, incluso entre personas mayores pero de espíritu joven, que para poder viajar más buscan economizar sin sacrificar comodidad ni tranquilidad, pero sin, como lo decía Waddell, pagar servicios que están incluidos en una tarifa hotelera y que no interesaba usar.
Uno de estos amigos me decía que en su primera experiencia con esta modalidad ocurrió hace unos años en Italia e Inglaterra, y en los días de estadía pernoctó en casas de familia, convivió con personas a las que seguramente nunca más verá, aunque en algunos casos siguen conectados por “mail” o “Skype”, pero en todos los casos lo que más le impactó fue el esfuerzo sincero por superar lo que se ofrecía por la web.
A modo de anécdota simpática, me contaba que en las cercanías de Stratford upon Avon, se le dio la situación de haber cocinado para la familia anfitriona.
En cierto modo el “P2P” lo definiría como un modo de turismo artesanal que abarata costos y por tanto aumenta las posibilidades de la gente para viajar, pero a la vez darle otro matiz más personal, más cálido al turismo.
El “P2P” sería el modo que adopta el “low cost” para el turismo.
Obvio no dejaremos este tema, lo continuaremos.
Portal de América