Políticos que dan para una sonrisa
Jueves, 09 Enero 2014 20:33

Políticos que dan para una sonrisa
La Comisión Europea ha creado un sistema de valoración de los hoteles, que corrige lo que ya conocíamos de toda la vida. En España, el modelo europeo se está implantando paulatinamente, pero con la particularidad de que las autonomías, que son las que tienen competencias en este tema, están adaptando el criterio europeo a sus postulados particulares. Así, por ejemplo, el régimen de estrellas que se implante en Andalucía estará mucho más influido por el número de trabajadores que tenga el hotel, que por otros indicadores, mientras que otras autonomías incorporan otros criterios.
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por Jaime Amador

Todo este asunto merece algunos comentarios y valoraciones. A mi entender, estamos ante un planteamiento caduco, desfasado, obsoleto. Desde el siglo XIX, los hoteles tenían calificaciones porque los clientes compraban su alojamiento no en base a la visualización de lo que iban a recibir, sino en función de una expectativa que no siempre se cumplía. Por eso la autoridad intentó ayudar al cliente en esta decisión, ofreciéndole un modelo de información basado en estrellas. Pero esto está muerto por tres motivos: primero, porque la proporción de personas que no ha viajado es muy inferior a lo que ocurría en el pasado, por lo que una parte importante de los viajeros sabe perfectamente qué se va a encontrar; segundo, porque la proliferación de marcas y cadenas aporta en sí una garantía de un estándar determinado y, tercero, porque Internet ya permite que el viajero tenga una información relativamente abundante, antes de contratar. Ahí está tripadvisor, que tiene mucho más peso que todas las estrellas del mundo que nos pongamos.

Pero nuestros políticos están todavía llegando al siglo XX y por eso aplican medidas desfasadas. Encima de esto, tenemos la visión ideologizada de algunos, como es el caso de Andalucía, donde se prioriza el número de empleados sobre otros criterios. Simplemente es un planteamiento ridículo que nace condenado a ser ignorado, porque hoy el cliente valora tanto el número de empleados como la calidad de servicio que se le ofrece, como la calidad de las instalaciones, como el emplazamiento, como muchos otros elementos. Pero, como vemos, nuestras autoridades (incluyendo a las europeas) viven en un mundo irreal. Pregunten a cualquier agente de viajes qué opina de esto y no hará otra cosa más que sonreír.

Portal de América - Fuente: www.preferente.com

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