Isaac Alfie analiza el contexto turístico
Lunes, 09 Diciembre 2013 19:35

Isaac Alfie analiza el contexto turístico
El Ministro de Economía y Finanzas de la segunda parte del gobierno de Jorge Batlle entre 2003 y 2005, en el suplemento Economía y Mercado del diario El País de Montevideo, hace un completo análisis de lo que podemos llamar la balanza turística de Uruguay y enfoca el mismo de un modo que a la mayoría de quienes estamos inmersos en las realidades de la actividad, muchas veces dejamos de advertir.
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De acuerdo al prestigioso economista, la balanza del turismo en Uruguay pasó a ser deficitaria. Sale más de lo que entra.

Ante datos como éste, habría que medir muy bien cada declaración que se haga en los medios de aquí en más.

¿Puede ser tan determinante la incidencia en el PBI el ingreso de divisas?

Para ser gráficos,a la gastada comparación que todos hacemos y nos ufanamos diciendo que el turismo genera más divisas que la exportación de carne, deberíamos interpretar estos números del mismo modo que si hubiésemos importado más carne que la que exportamos, así de claro.

Se nos podría responder que menos mal que tenemos un fuerte turismo receptivo, lo cual es verdad, pero en circunstancias como éstas, es cuando se precisaría la Cuenta Satélite de Turismo...¿alguien tiene alguna noticia de la misma?.

Vamos al artículo de Alfie:

Turismo, depende de dónde se lo mire



Como casi siempre ocurre, ha surgido la controversia acerca de cómo será la próxima temporada turística. Por un lado, los operadores la ven mala y, por otro, las autoridades no esperan mayores inconvenientes proyectándola "igual a la pasada" la cual, sin ser brillante, notoriamente fue buena.


Con la información disponible al día de hoy y, mientras nada cambie sustancialmente en Argentina, ambas partes tiene algo de razón y de error en sus evaluaciones preliminares. Esta dualidad seguramente derive de qué lado de la hoja de la tijera se mire.

Dos tipos

Es sabido que la cuenta de turismo tiene dos componente, el emisivo -los residentes que salen del país- que equivalen a importaciones y, el receptivo -los no residentes que llegan al país-, que implican exportaciones. Tanto unas como otras son corrientes de servicios y, en parte, bienes, con una característica particular ya que en ambos casos, el monto importado y exportado suele incluir impuestos domésticos, algo que no ocurre con el comercio internacional de bienes. En Uruguay, donde la carga impositiva es elevada, el gasto de un turista veraniego que consume intensivamente combustibles, bebidas y ciertos bienes importados, deja un importante saldo de impuestos para las arcas estatales. Esto no es nuevo, desde hace mucho tiempo es así y por ello el turismo receptivo no solo importa por la creación directa de empleo y lo que ello implica, sino que al erario público le resulta sumamente rentable, en la medida que no resigne impuestos.

Factores

El consumo de servicios de turismo no escapa a la lógica microeconómica de cualquier bien o servicio, dependiendo de su precio relativo y el ingreso global. Así, si estamos "baratos" frente a otros destinos u orígenes recibiremos más turistas y menos residentes irán al exterior porque les resulta "caro", en tanto si el nivel de ingreso aumenta, el consumo de los bienes, aún estando "más caros", también crece. El efecto precio suele ser más fuerte que el efecto ingreso en este tipo de servicios. O sea, si en Argentina y Brasil el ingreso crece, aún cuando no estemos "baratos", sabemos que hay un efecto que, en parte, contrarresta esos precios caros ya que la gente dispone de más dinero para consumir. Además, por su característica, el turismo es de los servicios que crecen más que proporcionalmente cuando el ingreso aumenta. Es el clásico juego de la incidencia de los efectos precio e ingreso en el consumo de un bien. Por ende, son éstas (precio e ingreso) las variables cuyo comportamiento debemos observar para estimar qué pasará.

Empecemos por el nivel local. Uruguay ha tenido un largo período de considerable encarecimiento frente al resto del mundo, a lo que sumó durante 2012 un proceso similar frente a la región. La situación al día de hoy podríamos considerarla casi "congelada" frente a un año atrás en ambos casos. Por su parte, el nivel de ingreso ha crecido en consonancia con el aumento del PIB y, por tanto, están dadas las condiciones para que los residentes aumenten su demanda de turismo en el resto del mundo.

En materia de precios, el inverso a lo nuestro es lo que sucede en el resto del mundo y la región, mientras que a nivel regional el ingreso ha crecido poco en los últimos dos años.

Dado lo anterior, se explica el deterioro de la cuenta de turismo durante 2013. Los últimos datos disponibles son a junio, e indican que los ingresos por turismo habían bajado US$ 340 millones en el primer semestre en tanto los egresos habían aumentado US$ 369 millones. El deterioro de la cuenta ha sido importante.

El verano no suele ser lo más relevante en materia de salidas por turismo importando más la región ya que "el resto del mundo" está en invierno y éste es bastante crudo (muy poco atractivo) a nuestra costumbre. No quiere decir que no haya flujo de turismo emisivo, sino que éste es de menor significación. Lo mismo pasa a nivel de la competencia por los turistas regionales.

Las cifras nos dicen que con Estados Unidos y Europa la temporada seguramente nos encontrará en una situación de tipo de cambio real (TCR) ligeramente mejor -un 3% aproximadamente- que el año pasado, lo que no cambia el panorama. Respecto a la región, la competencia está básicamente en captar el turismo argentino y brasileño y para ello competimos con Brasil. Hoy la situación es que tanto con Argentina como con Brasil el TCR es casi igual al año pasado. Entonces con precios e ingresos en niveles muy similares deberíamos prever que la temporada de verano sea parecida, quizás ligeramente peor, a la anterior.

Seguramente el lector se sorprenda con la afirmación ya que pensará, pero si Argentina está muy barata para los uruguayos. Eso es totalmente cierto cuando nosotros vamos allá, pero no cuando ellos vienen acá y pagan sus cuentas con tarjeta de crédito. En efecto, cuando un argentino abona con tarjeta de crédito sus consumos en el exterior tiene un subsidio implícito de aproximadamente un 40%. ¿Por qué? Sencillamente porque la cotización del dólar que abonan es la oficial, unos $ 6 por dólar y no $ 10 como está en el mercado paralelo. Entonces si una cuenta dice $ 1.000, para un argentino es como si dijera $ 600, lo que termina siendo muy parecido al precio en su propio país y, en muchos casos, con artículos que allí no se consiguen por ser importados.

El lector informado dirá que existe un impuesto a los gastos con tarjeta en el exterior de parte de los argentinos y que éste acaba de ser aumentado al 35%, lo cual es cierto, pero el mismo es meramente un anticipo financiero porque se descuenta del impuesto a las ganancias y bienes personales. Es cierto que existe un costo financiero y que en algunos casos no todo es descontable, por lo que algún impacto tiene. Por tanto, a menos que Argentina libere el tipo de cambio turista, convierta impuesto sobre el gasto con tarjetas en el exterior en definitivo no dejándolo descontar de otros tributos, o imponga restricciones cuantitativas al gasto de sus nacionales en el exterior, deberíamos esperar cierta merma pero nada catastrófico. La situación es bien distinta a la de los bienes, porque en estos se aplican restricciones cuantitativas que, por el momento, no aplican al turismo.

Una duda adicional se genera respecto al nivel de ingreso de la población. Argentina ha crecido poco y nada y ello puede impactar en algo. Sin embargo su economía tampoco retrocedió mucho, entonces todo depende de las perspectivas de futuro inmediato que perciba la población y el grado de conservadurismo que asuma.

Pasado el verano, aún sin cambios, las cosas lucen más preocupantes que el año pasado, porque todos los destinos están baratos y es razonable pensar que con un ingreso local mayor, la demanda aumente. De donde, si no existe una alteración de la situación, en este caso doméstica, la semana de turismo (mediados de abril) será de capacidad colmada en las salidas al exterior y luego el flujo será importante.

Dado este análisis entiendo que las autoridades tienen parte de la razón respecto de la temporada estival, salvo imponderables como el clima o medidas extremas en Argentina. La otra parte le cabe a las gremiales porque seguramente los ingresos por turismo algo disminuyan en el verano y, especialmente porque a partir de marzo-abril, la situación salvo un cambio brusco luce de poca actividad, en función del aumento del turismo emisivo que resta a la local.

Situaciones curiosas

El doble mercado de cambios en Argentina conduce a situaciones poco usuales y algunas hasta ridículas, exacerbadas por ciertas políticas aplicadas aquí. Así, los precios de una buena parte de la canasta familiar, vestimenta y calzado, están en el orden de 40% más baratos en Argentina cuando los uruguayos van con dólares y los cambian en el mercado "blue". Pero, como ya expliqué, a los argentinos cuando abonan con su tarjeta de crédito esa diferencia prácticamente se anula. A su vez, como en Uruguay se les devuelve la totalidad del IVA en ciertos comercios (tax refund), en algunos servicios se elimina el IVA a los turistas que abonen con tarjeta (alquiler de autos, fiestas, etc.) y en otros gozan de beneficios de la reducción de una parte del IVA (restaurantes), se da la paradoja que a los argentinos muchas cosas les termina costando más barato en Uruguay que en su propio país y viceversa con nosotros. Desde Argentina se subsidia el turismo emisivo y, en nuestro caso, le agregamos un subsidio adicional eliminando impuestos. Por ende, si nada cambia de las variables relevantes, léase, si Argentina no devalúa o impone restricciones cuantitativas, nada muy diferente a lo visto deberíamos esperar. Gracias María Elena Walsh, "vamos a ver como es el reino del revés". En este reino todo es posible, lo único seguro es que tiene fecha de finalización, aún indeterminada, pero la partida está firmada. En el ínterin aprovechemos lo mejor que podamos.

Portal de América

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