A bandazos con la política aeronáutica
Miércoles, 13 Noviembre 2013 23:57

A bandazos con la política aeronáutica
Los políticos que dirigen la Comunidad Autónoma de Madrid han montado un acto para dar la bienvenida a Norwegian, la aerolínea low cost escandinava que se instala en Barajas. ¿Bienvenida? La verdad es que ni yo ni nadie sabe muy bien si ese acto es de bienvenida o de recepción o de inauguración, porque nunca antes alguien había organizado una tontería como esta, que seguro que hasta incomoda a los noruegos, a quienes asocia con las instituciones políticas, sin que ellos lo hayan pedido.
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por Jaime Amador

Norwegian es una línea aérea escandinava de bajo coste que ha conquistado el mercado de aquel país, alcanzando cuotas de mercado elevadísimas (todo hay que decirlo, contra un rival, SAS, que tiene unos costes completamente desmesurados). Desde hace un tiempo, teniendo en cuenta su éxito espectacular en su región, se ha lanzado a la conquista de otros mercados: el año pasado abrió una base en Londres y este año se instala en varios aeropuertos de Alemania; para 2014 hará lo propio en España.

Seguro que en ningún lugar les han recibido los políticos; pero también pueden estar seguros que en ningún lugar les van a cambiar las reglas de juego con tanta frecuencia, dependiendo del interés de los políticos para conseguir votos.

El acto de Madrid pone de manifiesto cómo se hacen las cosas en España: aquí interesan los votos y nada más. La aviación no importa, salvo si con ella se logran ganar elecciones. ¿Por qué hace unos meses se dejó que EasyJet se marchara, sin que nadie moviera un dedo? Pues porque en ese momento nadie hablaba de la caída de Barajas y por lo tanto, ignoramos cómo una línea aérea competitiva se largaba. Ahora, como hay ruido, como hay quejas, como en Barajas no hay pasajeros, entonces ponen alfombra roja. Pero si mañana Norwegian resultara conflictiva ante un colectivo determinado de votantes, entonces la hundirían, como ya ha ocurrido con otras aerolíneas en este país.

Lamentablemente, esto ocurre porque tenemos estos políticos, pero también porque muchos agentes sociales son incapaces de mirar más allá de sus narices y aceptan este tipo de dinámicas cortoplacistas. Si los ciudadanos no respondieran a esta política impresentable, las cosas serían diferentes. Nadie parece pensar que una estructura aeronáutica seria no se crea de la noche a la mañana, que exige formación, organizaciones sólidas y un modelo de negocio real, tangible y no oportunista y efímero.

En este sentido, Norwegian está bien (al fin y al cabo ellos asumen sus riesgos), pero no está muy demostrado que pueda competir de igual a igual con los líderes del mercado, Vueling y Ryanair.

Portal de América - Fuente: www.preferente.com

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