¿Dejar quebrar una empresa o comprarla?
Martes, 23 Julio 2013
La duda que sobrevuela los pensamientos de los inversores turísticos es si conviene más comprar una empresa en apuros aunque con una marca posicionada o si es mejor dejarla quebrar al ser el precio exigido demasiado alto y las causas de sus problemas excesivamente profundas resultando imposible un cambio cultural.
por Fernando Urrea
En los últimos años ha habido varias experiencias de este tipo, con Marsans rechazando ofertas de 300 millones, y condenándose a un final por todos conocido, o por Orizonia inclinándose por el comprador equivocado, terminando también en idéntico desenlace.
Pero la historia turística nos demuestra que son los grupos los que tienen más opciones de salvarse, y no así las aerolíneas, con Spanair como caso más paradigmático en los tiempos más recientes, pues nunca existió una posibilidad realista de que llegase un comprador.
Ahora hay en el Sector, en estos momentos de depresión del consumo en España, varias empresas que tendrían una viabilidad en entredicho, bien por sus enormes pérdidas anuales o bien por su gran deuda, y de ellas, donde parece más complejo cambiar su cultura es en una histórica aerolínea y en una otrora imponente central de reservas.
Los potenciales compradores de empresas turísticas suelen ser actores protagonistas del Sector, quienes pueden beneficiarse tanto de una quiebra por el mercado que queda huérfano, o también de una compra a bajo precio, siempre que el know-how y la marca sigan teniendo valor, lo que da pistas para imaginar el porvenir empresarial de las compañías que más acusan su falta de adaptación a lo que el cliente demanda hoy.
Portal de América - fuente: Preferente