por  Lluis Mesalles

Me diera la impresion que los profesionales del transporte aereo no lo viven. Con frecuencia viajan en primera, en felices tertulias con sus compañeros y colegas. Si lo vivieran como los demas pasajeros, podrian detectar en sus carnes tantas cosas que podrian mejorar sencillamente, solo con un poco de voluntad, para hacer mas comodo el viaje y mas feliz la experiencia.

I - El aeropuerto

Muchos aeropuertos se han construido como monumentos arquitectonicos o como confirmación del poderío del gobernante de turno. El pasajero se ve obligado a transitar en rebaño por pasilos, ascensores, rampas, y hasta curiosos trenes automaticos. Una excursion que nos pone en forma para el resto que nos espera.
Ejemplo de como se puede resolver esto, lo tenemos en Berlin. Un aeropuerto con un enorme tránsito, pero donde prima la funcionalidad. Podemos llegar en un bus urbano, de tarifa normal, hasta la misma puerta del terminal. Se abren las puertas, y a unos pocos pasos, muy pocos, podemos deshacernos del equipaje en mostradores multicompañias, y seguir paseando a voluntad por tiendas, restaurantes, y muchos otros atractivos.No nos obligan a serpentear entre mostradores y tentadoras ofertas, con la intención de vaciarnos los bolsillos, ante cualquier tentación, siempre más cara que en los comercios de la ciudad.

Y no voy a escribir de nuevo sobre las tasas de salida, que por justificaciones diversas nos cobraban de sorpresa en algunos paises. Parece que el sentido comun ha prevalecido y cada dñia quedan menos asi. Las tasas de salida se incluyen en el precio del viaje.

Y mi ultima reflexion. Los que nos hemos visto depojados en alguna ocasión de nuestros cortauñas, cortacuticulas, y sacacorchos, nos preguntamos si es más peligroso a bordo un cortacuticulas o un encendedor. Con un sacacorchos podemos amenazar a alguien, pero con un encendedor podemos causar una catastrofe.

Seamos serios, seamos realistas.

Portal de América - Fuente: www.boletin-turistico.com