por  Lluis Mesalles

Pero, como podemos hacer para conseguir más clientes? Primero conviene que pensemos de donde vienen los clientes. Donde se originan, como hacen para crecer y multiplicarse, o en otros casos, aparecer y desaparecer. Los clientes no es una fruta que sembramos o tomamos de un arbol. Los clientes crecen o desaparecern por causas muy ajenas a nuestras humildes posibilidades. Digo humildes porque por grande que sea nuestra empresa u organización, siempre seremos un mero grano de polvo dentro de los vientos internacionales de los mercados. Dificil es que una empresa turistica, de cualquier pais, adquiera una influencia global capaz de afectar a los mercados atrayendolos para si.

Los clientes no son obra de ninguna empresa. En mi opinion, los clientes son el resultado del movimiento perpetuo de oportunidades, amenazas y variaciones en la situación económica de los paises. Tanto los que los reciben, como los que los emiten. Quien hubiera podido imaginar que algunos paises estén tomando tanta importancia en el mercado turistico, cuando hace muy poco eran considerados de tercera o cuarta fila entre las economias mundiales. Al mismo tiempo, otras potencias de toda la vida están perdiendo posiciones, muy a pesar de sus bien organizadas estructuras fisicas y culturales.

Todo lo cual me lleva a la reflexión de que es imposible conseguir, o adquirir, nuestra propia fábrica de clientes. El número de clientes disponibles es el que hay. No lo podemos aumentar. Solo lo podemos reducir con nuestro mal servicio. Hacer crecer nuestra base de clientes solo es posilbe mimando a los que ya tenemos, haciendo que se conviertan en complices de nuestro negocio, difundiendo su satisfacción entre sus amigos, colegas, familiares o compañeros de trabajo o asociación. Y esto no es una verdadera fábrica, es una actitud de sentido común, que nos obliga a mantener nuestro negocio vivo, gracias a los clientes que tenemos y que se sienten privilegiados de serlo.

La unica forma conocida de conseguir más clientes es robándoselos al vecino, cercano o lejano, al competidor que no esté consciente del peligro que corre tratando desconsideradamente a los suyos. Y creanme, aun hay muchos que tratan mal al público, tratan mal a sus empleados, para que ellos descarguen su infelicidad con nuestros clientes, los que les pagan el sueldo. No se dan cuenta que la fabrica la tenemos en nuestra propia casa.

Enamoremos nuestros clientes, mejor que los competidores. Enamoremolos cada dia, todos los dias, siempre.

Portal de América - Fuente: www.boletin-turistico.com