por MARTÍN AGUIRRE

Una de las consecuencias de esta crisis ha sido el golpe sufrido por figuras prominentes del Frente Líber Seregni. Este sector, que desde su bastión en el Ministerio de Economía ha sido el custodio del rumbo económico frente a los pujos más hacia "la izquierda" impulsados por el entorno del presidente Mujica, ha padecido un verdadero octubre de terror. El ministro Lorenzo, a quien ya se mencionaba como candidato a intendente de Montevideo, ha quedado dañado sobre todo por la polémica foto con el empresario López Mena, y por una conferencia de prensa posterior donde estuvo demasiado al borde del quiebre emotivo. El ministro Pintado, otra figura de proyección, también sale lastimado por sus idas y venidas en el tema, agravadas por alguna declaración poco feliz, como en la que hizo referencia a Pelé para justificar el nombre falso del comprador de los aviones. Y hasta el presidente del Brou, Fernando Calloia, otro dirigente de buena imagen, sufrió desgaste por el episodio del aval a "Cosmo". Pero tal vez el más afectado sea Danilo Astori. Primero por su directa participación en el proceso de venta de Pluna a Leadgate en el gobierno anterior. Y luego por sus ambiguas posturas en el proceso de liquidación. Un testimonio claro de este desbarranque fue la entrevista realizada por el periodista Daniel Castro en Canal 4, vista por más de 100 mil personas en Youtube, en la cual el usualmente sereno, didáctico y por momentos avasallante dirigente político, tuvo una performance próxima al papelón.

Pese a que el hecho golpea a todo el gobierno, en el mismo oficialismo hay varios que no ocultan cierta alegría con esta situación. El diputado del MPP Aníbal Pereyra era explícito días atrás al afirmar que "autorreferenciarse como parte de un sector en el que son todos unos fenómenos en la gestión y tratar a todos los demás de burros es un agravio, es mentira, y denota una suficiencia impropia del pensamiento de izquierda". Por no hablar de las impagables expresiones del senador Lorier y otros jerarcas comunistas.

Esta repentina debilidad del astorismo ha tenido efectos prácticos. Para empezar el gobierno decidió "sacar" la negociación de Pluna del área de influencia de Economía y Transporte, para concentrarla en Presidencia. Además, esta misma semana, las cabezas visibles del "equipo económico paralelo" en la OPP reflotaron un viejo proyecto de aumentar el impuesto a la renta empresarial al 30%, que hasta ahora había sido frenado por Lorenzo. Tan explícito es este choque que el semanario Brecha, cercano al oficialismo, decía días atrás que este hecho "puede entenderse como parte de la puja en la que vive este gobierno que, a diferencia del anterior, parece caracterizarse más por la cohabitación de dos corrientes con visiones distintas que por tener una orientación consensuada".

Mientras esto sucede, dos hechos políticos trascendentes tuvieron lugar esta semana. Por un lado la aparición de una encuesta que muestra que pese a todos los problemas, el FLS y el Partido Socialista están a la cabeza de las simpatías en el Frente Amplio. Un PS sumido en debate interno, en el que parecen estar imponiéndose las visiones más cercanas al astorismo, lo cual da aún más peso a ese sector. En esa encuesta, el MPP figura en un lejano tercer puesto. Algo difícil de recomponer teniendo en cuenta que su líder aglutinador, José Mujica, no podrá figurar en las listas en la próxima elección.

Por otro, el expresidente Vázquez encabezó un acto político, dejando en claro que apunta a las elecciones del 2014. La cuestión es que muchos de los proyectos impulsados por Vázquez, desde el Plan Bucal al Cardales, han sido bastante maltratados por la gestión de Mujica, y varios dirigentes afines a su figura han sido descabezados por la "aplanadora" del MPP. Conociendo el estilo de Vázquez, toda la tranquilidad que ofrece su figura como garantía de continuación del proyecto frentista, se transforma en inquietud para aquellos muy identificados con esos cambios y maniobras.

Esto lleva a preguntarse cuál será la reacción del entorno "mujiquista" ante esta coyuntura. ¿Buscará acelerar reformas y medidas más a "la izquierda" en estos dos años que quedan de gestión? ¿Prevalecerá el instinto de supervivencia de cara a un eventual tercer período frentista? ¿Les dará esta crisis del astorismo mayor capacidad de incidencia a futuro? Lo que nadie parece ya dudar, es que el episodio de Pluna tendrá un impacto determinante a corto y mediano plazo en el mapa político nacional.

Artículo publicado por El País Digital

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