Turismo con luz amarilla
Domingo, 30 Septiembre 2012 11:27

Turismo con luz amarilla
La principal industria del país enfrenta un panorama complicado y el gobierno da señales de que ha dejado de tenerla en lo más alto de sus prioridades.
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por Martín Aguirre


Una tormenta perfecta. Eso es lo que parece enfrentar por estos días la industria turística uruguaya, atacada por todos los flancos, justo en el momento en el que afina los últimos preparativos para su punto de mayor actividad; la temporada de verano. Pese a esto, desde el gobierno se dan señales contradictorias. Por un lado se promete apoyo y asistencia, pero por otro las medidas anunciadas lucen pobres, y decisiones trascendentes que se toman parecen perjudicar más de lo que ayudan.

El turismo en Uruguay se ha convertido en la principal actividad económica del país. El año pasado ingresaron tres millones de turistas, generando recursos por casi 2.200 millones de dólares, y unos 150 mil puestos de trabajo. Además, la industria de la construcción asociada al turismo, principalmente en la zona este del país, movilizó otros 2 mil millones de dólares, un aumento del 16% respecto de 2010. Sin embargo este proceso de crecimiento que lleva unos 10 o 15 años, se ve hoy seriamente amenazado por varias circunstancias.

La primera es la situación en Argentina. El gobierno de Cristina Kirchner, al igual que el anterior de su esposo, a caballo de una política proteccionista y nacionalista un poco pasada de moda, ha hecho todo lo posible por desalentar la llegada de turistas a Uruguay. Por un lado para fomentar el turismo interno en su país. Pero sobre todo por una visión en la cual la costa uruguaya viene a ser un refugio para la oligarquía y cierta clase media de su país a la que ven como enemigo. Y porque creen que Uruguay les sirve como santuario económico para escapar de sus draconianas medidas tributarias. A eso se suma este año que debido a los problemas financieros, la administración Kirchner ha fijado un "cepo" a la salida de dólares, determinando impuestos sobre tarjetas de crédito, y toda clase de medidas para desalentar los viajes. No viene mal recordar que los argentinos son pieza clave del esquema turístico nacional, ya que representan el 50,8 % de los ingresos por esa materia, y casi la mitad del total de visitantes, o sea un millón y medio de personas cada año.

Pero a los problemas con Argentina se suma este verano un nuevo obstáculo; la ausencia de la línea aérea Pluna. Su desaparición del mercado, en medio de un manejo político caótico, significa un golpe durísimo para el turismo en Uruguay. Primero porque era la principal vía de llegada desde varias zonas de Argentina y de Brasil, que hoy prácticamente no han recuperado la ya famosa "conectividad". Tan así es que esa empresa movilizaba el 43% del turismo que llegaba al país. Además, porque la presencia de Pluna había logrado bajar los precios de los pasajes en la región en forma significativa. La ruta Montevideo-San Pablo que con Pluna se pagaba en el entorno de los 200 dólares, hoy en día está costando entre 400 y 500 dólares. Algo parecido está pasando con destinos como Chile o Paraguay. Al punto que un operador decía días atrás que para algunos brasileños va a ser más barato este año un pasaje a Miami que a Uruguay.

Como si fuera poco con estos obstáculos "externos" que enfrenta el sector turístico, desde el sistema político las señales tampoco son demasiado alentadoras. Primero que nada fue la caída de quien fuera ministro del ramo durante los últimos 7 años, Héctor Lescano, una figura de consenso y con apoyo generalizado en la actividad, que debió dejar el cargo en medio de un clima de intriga palaciega minúscula en el entorno presidencial. Su sucesora, Liliam Kechichián, si bien venía trabajando con Lescano hace tiempo y ha mantenido su equipo, parece lejos de tener el peso político de su predecesor.

En segundo lugar está el tema de la moneda, donde las políticas ejecutadas desde el Banco Central vienen generando una apreciación sistemática del peso uruguayo. Es más, apenas días después del anuncio por parte del Ministro de Economía de medidas para apoyar al turismo, el BCU subía las tasas de interés lo cual se espera vuelva a impactar en la moneda, afectando negativamente la competitividad del país. Según estudios del Ministerio de Turismo, los precios altos son por lejos el principal motivo de desagrado que reflejan los visitantes extranjeros.

Y a la hora de tomar medidas que permitan afrontar esta serie de desafíos, el gobierno se ha mostrado tibio. Los anuncios del ministro Lorenzo de la semana pasada, que van desde descuentos en restaurantes, hasta regalo de combustible, en los hechos representan menos de US$ 12 millones de gasto, algo que comparado a los 2 mil millones que aporta el turismo en divisas, parece escaso. Incluso estas acciones no implican ningún beneficio, por ejemplo, para la actividad hotelera, una de las más dinámicas en materia de mano de obra. Y hay quien ha dicho que las medidas aspiran más a golpear la informalidad en algunos ámbitos del turismo, que a beneficiar al sector en general, algo que se podría haber logrado más fácil con rebajas de impuestos aunque sea en los consumos de servicios de entes públicos como OSE o UTE.

Así las cosas, acosado por políticas de los vecinos, afectado por problemas de todo tipo, y con escaso apoyo oficial, el sector más dinámico de la economía nacional cruza los dedos para que las ventajas comparativas y los atractivos geográficos sean suficientes para que el 2012 no signifique una inflexión en un proceso de crecimiento que lleva más de una década beneficiando a todo el país.

La frase I

"Les puedo garantizar una cosa: los argentinos son campeones para sacar los dólares. ¡Son campeones mundiales!" (Presidente José Mujica).

La frase II


"Este año más que nunca una buena política de precios es un aliado imprescindible para que esta temporada tenga éxito." (Ministra de Turismo, L. Kechichián).
El dato.

El promedio de estadía en los hoteles del país disminuyó una cuarta parte en el primer semestre de este año. También cayó el ingreso de turistas y su gasto diario.

La cifra.


Pluna movilizaba el 43% del turismo que ingresaba en Uruguay. En el año 2011 esa empresa aérea transportó más de 350.000 pasajeros entre Uruguay y Brasil.

Artículo publicado en El País Digital

Portal de América

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