La historia se empieza a complicar porque el avión es un Boeing americano, cuyas piezas no pueden ser vendidas a Irán, por las sanciones que el gobierno americano ha aplicado a ese país. Es decir, las piezas no pueden llegar al país y, por ende, el avión no se puede reparar, por lo que hace ya tres semanas que no puede volar.
Igualmente, las personas que han volado a Irán, incluso involuntariamente como en este caso, se quedan después sin poder conseguir visado para Estados Unidos. Los pasajeros del avión están en Noruega, pero el ex-secretario general de la OTAN, el español Javier Solana, vio cómo Estados Unidos le rechazaba una petición de visado porque estuvo en Irán. Hasta el momento no consta que ninguno de estos pasajeros haya pedido permiso para volar a Estados Unidos.
Norwegian, sin embargo, está ante un problema de envergadura porque nadie se hace cargo de las pérdidas de ese avión parado y tampoco tiene fácil solución. La compañía se ha limitado a decir que tiene varias soluciones en las que está trabajando, pero hace tres semanas que el avión está fuera de servicio, perdiendo dinero.
Los medios especializados de todo el mundo están siguiendo el caso. Inicialmente se pensaba que sería rápido encontrar una solución. Un avión de este tipo puede estar volando en 24 horas, apenas las piezas de recambio son reemplazadas. Sin embargo la historia está alargándose inusitadamente.
Un avión de este tipo puede estar perdiendo ingresos en el orden de los 30 mil euros diarios, lo que apunta a que ya debe de haber acumulado medio millón de euros no ingresados. Al tiempo, debido a la necesidad de desplazar ingenieros, está generando gastos adicionales que, lógicamente, debe financiar la aerolínea.
Portal de América - Fuente: preferente.com





