Nos pareció oportuna esta observación, porque la prestación de estos servicios, y muchos otros a nuestro entender mantienen su total vigencia como mantienen vigencia los argumentos de las tragedias griegas o isabelinas de los autores que mencionamos más arriba.
En ellas vemos que el hombre, con sus virtudes y defectos, en el acierto o en el error, sigue siendo el mismo.
Dice al respecto el Jan Kott: “No hay más que echar un vistazo alrededor para darse cuenta de la vigencia de Shakespeare. Un mundo que sigue habitado por Macbeth y Lear, por Hamlet y por Yago. Aquellos que mejor los encarnan hoy no están en las compañías de actores, sino en la calle, en la política, en la escalera de al lado”.
Y como tal, este vecino, cuando viaja mantiene las mismas expectativas los mismos deseos de siempre, incluso su ansiedad e inseguridad se han acentuado.
Por eso más allá de los adelantos tecnológicos, a los que como editores de una publicación les reconocemos todo su valor, afirmamos que estos no deben eludir el trato personal y humano que todo viajero requiere.
Se indican hoy muchas tendencias a volver a las fuentes, entre ellas tener un más profundo conocimiento del viajero, sus necesidades y expectativas.
Quien no ofrezca esta atención, estos servicios, quedará obsoleto, pero no así la atención o los servicios.
Portal de América