Viajeros y turistas, rehenes de moda
Miércoles, 19 Enero 2011
Todos los días las noticias nos informan sobre distintos casos de paros de transportes, bloqueos de rutas, huelgas y amenazas de huelga en la actividad aérea.
Sería ocioso y hasta imposible reseñarlos, pero es preciso indicar que suceden prácticamente en todo el mundo y las interrupciones oscilan entre unas pocas horas hasta varios años, pero todas trastornan al viajero, un viajero que generalmente -contra lo que se presume- está limitado en su tiempo libre y en su disponibilidad económica.
No es lo que puede llamarse una necesidad esencial, pero si es un legítimo derecho, para al cual se han hecho muchos sacrificios y ahorros durante todo un año o más tiempo.
Razones estratégicas llevan a que estos casos se den en alta temporada, donde es mayor el número de perjudicados.
Estos no forman un grupo compacto y organizado, lo único que los une es su voluntad de acceder a un merecido descanso. Recordamos la Autopista del Sur, de Cortázar, donde después del atascamiento cada uno sigue su camino en forma independiente.
Por eso y aunque a veces haya demandas de todo tipo, nos atrevemos a decir que la mayoría de los perjudicados no efectúa reclamo alguno.
Por eso es fácil emprender acciones, que los afecten de un modo u otro.
Cuesta entender que si al final se van a encontrar soluciones que satisfacen a todas las partes, ¿por qué se dejan llegar las cosas a estas situaciones límites?.
Quizás no existan soluciones, pero sabiendo que el tiempo es quizás el bien más escaso que dispone un viajero, no dejaremos de denunciarlos.
Defender a los viajeros y a la libertad de desplazamiento, es parte de nuestra razón de ser como integrantes de la Industria Turística.
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